domingo, 28 de agosto de 2011

ESPACIO URBANO Y PAISAJE NATURAL

ESPACIO URBANO Y PAISAJE NATURAL

Por Rúber Burgos Alvis

“Donde no hay afecto debe haber moral. Donde no
hay moral debe haber ley. Donde no hay ley debe
haber fuerza”
Confucio

Produce cierto asombro que, a estas alturas, ya iniciado el siglo XXI de la era cristiana, se omitan por intención, facilismo, ligereza, economicismo o simple temeridad, amiga de la soberbia, normas de sentido común, afines con las de planeación urbana y rural, en la distribución de los espacios.

Expertos ecologistas nos recuerdan que el medio ambiente urbano es, por excelencia, un ambiente artificial. Cuando el hombre, con su actividad productiva, interviene en la naturaleza modificando su equilibrio original, crea inmediatamente un ambiente artificial, que debe balancearse.

Allí donde se forma una ciudad, toda la naturaleza cambia: gran parte de la vegetación desaparece, el pasto se convierte en concreto, se construyen viviendas, edificios, hospitales, carreteras, puentes, calles, avenidas. Es decir, el hombre transforma todo a su alrededor, y esta transformación acarrea generalmente, contaminación del medio ambiente: del aire, del agua, del suelo... De allí la preocupación de arquitectos, ingenieros y urbanistas responsables e imaginativos, con elevado sentido de la ética y el humanismo por darle un adecuado manejo a la parte ambiental en la distribución de los espacios.

Nunca olvidan que el entorno cultural de una ciudad lo conforma el conjunto de hábitos, valores y relaciones sociales que dan lugar a la vida en comunidad. Por esta razón, el diseño y planeación de una ciudad constituyen un fiel retrato de la naturaleza y calidad de vida de sus habitantes. Esto da prueba suficiente de la educación y grado de civilización de sus moradores. Lo contrario, sólo refleja un primitivo estadio de desarrollo y el individualismo delirante de quienes viven en ella, incluida su clase dirigente.

También los ecologistas y sociólogos urbanos comparan la ciudad con un ecosistema en el cual una ciudad está compuesta por partes especializadas interdependientes: un distrito financiero, distritos industriales, residenciales y así sucesivamente.

Por ejemplo, para Rogelio Salmona, un arquitecto colombiano nacido en 1927, cuyas obras se caracterizan por el cuidado de los detalles y la sensibilidad espacial, “la arquitectura es como la memoria de la humanidad”. Tiene muy en cuenta factores como la relación entre lo social, lo espacial y el paisaje. Entre sus obras podemos destacar la Casa de Huéspedes Ilustres, en Cartagena de Indias, 1988. La casa de García Márquez en el centro histórico de la ciudad amurallada, diseñada a comienzos de la década de 1990. El Archivo General de la Nación y la Biblioteca Pública Virgilio Barco, ubicada en el Parque Simón Bolivar de Bogotá, en el 2001. En esta última, “el agua, que representa la vida, la transparencia, el reflejo y el movimiento” , y que es una constante en su arquitectura, está contenida en una zona especial, denominada “Fuentes de Agua” .

Le Corbusier, arquitecto de origen suizo, nacionalizado en Francia, renovó los conceptos arquitectónicos en función de la vida social. A él, “siempre le preocupó la condición humana”, y por eso, sus trabajos “van siempre encaminados hacia el bienestar y la funcionalidad” de sus construcciones. Dentro de sus obras podemos contar la Capilla de Notre Dame, en Belfort, Francia. El Palacio de los Ministerios en la moderna ciudad de Brasilia y el Palacio de Cristal, en Marsella.

No en balde, algunas universidades de reconocido prestigio mundial, han implementado en sus programas de estudio la disciplina profesional conocida como Arquitectura del Paisaje, que estudia la adaptación del medio ambiente natural para acomodo de las necesidades del hombre. Su fin consiste en lograr orden y belleza en lo que nos rodea, por medio de la aplicación de una normativa a los problemas del uso y explotación de la tierra. El término se debe a Frederick Law Olmsted, que en 1847 diseñó el Central Park de Nueva York.

Un rápido repaso a la Historia Universal nos recuerda que en la antigüedad, la ordenación consciente del medio ambiente estuvo presente en los Jardines del antiguo Egipto y de Asia occidental. En los de las villas del imperio romano. En los jardines y parques de los persas. Su índole era especialmente arquitectónica, y las formas geométricas se mantuvieron como característica del Jardín en la Civilización Occidental, durante la edad media.

En su ensayo titulado IDEOLOGIA Y ESPACIO URBANO, publicado en la Revista Colombiana de Ciencias Sociales Nº 20- Bogotá, 198l, Gilma Mosquera Torres y Jacques Aprile-Gniest, destacan las siguientes citas:

l) “El grupo social que gobierna en la producción de los bienes y de las ideas se otorga además el rol de distribuidor del espacio urbano entre sus moradores...” (Pág.3).

2) Ellos, al tener el monopolio del poder, tienen el monopolio de la historia...”.
(Ibídem).

Esperamos que nuestros arquitectos, ingenieros, urbanizadores y dirigentes cívicos, políticos y empresariales observen estas normas y recomendaciones a la hora de acometer sus obras, para que la historia tenga de ellos el mejor de sus recuerdos.

Chinú, agosto l2 de 2003.

CON EL PERDON DE LOS PÁJAROS

GIROSCOPIO.

CON EL PERDÓN DE LOS PÁJAROS
Por Rúber Burgos Alvis

“Oh los pájaros milagrosos de la infancia/
que me llenaron el alma de trinos”/
José Manuel Vergara
Del libro Soledades.

Ícaro, personaje de la mitología griega, hijo de Dédalo, huyó con su padre del laberinto de Creta con la ayuda de unas alas pegadas con cera. Habiéndose Ícaro acercado demasiado al sol se derritió la cera y cayó al mar.
— o —
CON EL PERDÓN DE LOS PÁJAROS es el título sugestivo de un libro de poemas publicado por Ediciones COL-CUC (Colombia Cultural Council) de New York en mayo de 1996 y su autor es Gustavo Tatis Guerra, un poeta obsesionado de los pájaros.
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Los días tibios de primavera serían muy tristes si faltasen los pájaros, ha dicho un poeta argentino en un verso titulado PRIMAVERA EN EL MUNDO DE LOS PÁJAROS.
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En las últimas tardes, contemplando al aire libre el fascinante espectáculo de bandadas de golondrinas que en alegre murmullo, caen por millares en vuelos sincrónicos y veloces sobre los árboles frondosos y frescos de los parques, extasiado, trato de descifrar el hechizo maravilloso que ejercen y hago un intento por comprender a los poetas que se obsesionan y alucinan con la presencia exótica de esos diminutos y extraños seres entre mágicos y reales que nos ha regalado la creación, que se precipitan en una torrencial e incontenible lluvia de pájaros.

Sin embargo..., me estremezco y sobrecojo al enterarme de que mentes insensatas, en proceder absurdo, con el beneplácito y complacencia de especímenes de altas esferas locales propician el bochornoso acto, no digno de personas cuyo nivel social no permite tal comportamiento, de dispararles recámaras, voladores y cohetes de pólvora para espantarlas y luego, por efectos de la onda explosiva de la cruel pirotecnia, se desgajan en racimos gravemente heridas y lastimadas en su inofensiva existencia.
— o —
Contrasta esta inverosímil actitud con el sensible aprecio que los cartageneros sienten y expresan con sincero entusiasmo a sus “Mariamulatas”, hasta tal punto que el maestro Enrique Grau erigió en su honor un monumento al que le ofrendan artistas, músicos y poetas, canciones, conciertos y recitales en la plaza, en compañía de turistas nacionales y extranjeros, con el fin de enaltecer a estos pájaros misteriosos de la bella ciudad amurallada.
Gustavo Tatis nos dice en su poema PÁJAROS, que éstos : “Vigilan la edad del agua/ conocen la sed del cielo/ la errancia del viento/ los ojos de la tormenta/... emisarios de Dios/ llevan la memoria de la ciudad en las alas/. “

Y nos agrega en otro de sus poemas bajo el título HISTORIA DE UNAS ALAS:

“Cada uno de nosotros tiene la sombra de/ las alas que perdió”./
— o —

Volviendo al tema de las golondrinas derribadas nos preguntamos con verdadero asombro:

¿Cuántas alas rotas? ... ¿Cuántas alas perdidas...?
— o —
Resulta no tan sencillamente curioso, que mientras aquí se ensaya un insólito plan de exterminio en contra de este pequeño pájaro que ha acompañado al género humano desde la cueva prehistórica, mediante acciones que al parecer contienen rezagos de intolerancia e instintos depredadores; en el otoño de l974, cuando el mal tiempo reinante en Suiza, los Alpes y los Pirineos impedía el paso hacia el sur de las golondrinas, muchas de las cuales caían al suelo extenuadas; en un intento de paliar las consecuencias de la ola de frío se organizó toda una operación de salvamento en la que las aves, tras ser capturadas por voluntarios e instaladas en cajas, fueron trasladadas por vía aérea a Italia y España, donde se les soltaba para que prosiguiesen su viaje.
— o —
Recuérdese que éstas son aves migratorias que anualmente recorren grandes distancias que van desde las templadas costas ibéricas meridionales en dirección noreste hasta alcanzar el corazón de Rusia, casi cinco meses después de hacer su aparición en España, tras cruzar el estrecho de Gibraltar e iniciar su anual invasión al continente europeo a partir de los últimos días de enero, antes de la primavera. A Francia arriban a principios de marzo y en el transcurso de abril hacen su aparición en la mayoría de los restantes países. El movimiento de partida más intenso tiene lugar en el mes de septiembre, pero la migración escalonada empieza en julio. Algunas pasan sus vacaciones de navidad en América Central o del Sur o se conforman con quedarse y criar sus polluelos en el sur de los Estados Unidos. Otras que han pasado el invierno en las laderas de los Andes vuelan como toda golondrina aventurera a hacer sus nidos en Canadá, Alaska, la bahía de Hudson o del Labrador y muchas recorren rápidamente 8.000 kilómetros o más, para llegar a su residencia de verano.





Prosiguiendo con los poemas de Gustavo, nótese la siguiente reflexión:
“Está claro y comprobado que todo hombre al principio, era un pájaro./ No hay testimonios del día en que perdió para siempre sus alas./”

Me pregunto entonces, de dónde los temores, por qué tanto egoísmo con unos simples pájaros trashumantes... Qué tantas incomodidades causan... De dónde el afán por negarles y disputarles un espacio natural que se merecen ellos más que nosotros... Será que, como nos dice Gustavo en la continuación de HISTORIA DE UNAS ALAS:
“Algunos creen que fue un castigo/
Por creerse más pájaro que todos los pájaros.”/... (?)
— o —
El autor del libro que nos ocupa refuerza sus reflexiones poéticas utilizando a manera de epígrafes fragmentos como los siguientes:
“Anduve pidiendo limosna entre los pájaros y me dio cada uno una pluma” (Marin Sorescu)

“Vale la pena haber nacido/
sólo por oír pasar el viento/”
(Fernando Pessoa)
— o —
Pero... ¿quién es Gustavo Tatis, a más de ser un poeta obsesionado con los pájaros?

Empiezo por decirles que nació en Sahagún – Córdoba – Colombia en 1961. Periodista vinculado al diario El Universal de Cartagena desde 1984. Uno de los fundadores del Grupo de Arte y Literatura EL TUNEL de Montería. Libros publicados: “Conjuros del Navegante” 1988. “El Edén Encendido” Poesía 1984. Ha sido antologado en “Panorama Inédito de la Poesía Colombiana”. Procultura 1986. “Estado de Sitio y otros Cuentos”. 1992. “Con el Perdón de los Pájaros”. 1996. “Crónicas de una Ciudad Amurallada”. 2002. Recibió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolivar 1992. 2º Puesto en el Concurso Nacional de Cuento “Carlos Castro Saavedra”. 1990; entre otras meritorias distinciones.

El 2 de octubre de 1996, invitado por su tía Gilda Guerra de Revollo, con ocasión de las Bodas de Perla del Colegio Nuestra Señora del Carmen, tuvimos la oportunidad de asistir a la conferencia LA LITERATURA: UN MISTERIO GOZOSO, que gentilmente ofreciera a estudiantes y profesores del plantel, en donde presentó su libro CON EL PERDÓN DE LOS PÁJAROS, recién editado en Nueva York.
— o —
Columnistas prestigiosos se han referido a él y a su obra poética y periodística en términos acertados, reconociendo sus calidades humanas y literarias. De ellos destacamos las notas “Alguien Vigila los Navíos” de Félix Turbay Turbay y “Responsabilidad Ecológica” de Gustavo Pérez Ramírez, publicadas en El Universal.
— o —
“Si usted logra un día toparse en Cartagena con un hombre joven y asustado que investiga las razones que tiene el viento para zumbar entre los árboles, o el motivo por el cual las ventanas de una casa antigua desatan controversias con el tiempo del mundo, o la forma de abrazo de los puertos frente a la algarabía secreta de los mástiles, sabrá de inmediato que se trata de un funcionario de la libertad de los sueños y, concretamente, de Gutavo Tatis Guerra... Van a decírselo a usted los vecinos de las murallas, los alimentadores de nostalgias que deambulan por las calles sin prisa ni cansancio, las vendedoras de frutas, los habitantes de los parques y, de pronto, los pájaros... (!)”. (Félix Turbay Turbay – “Alguien Vigila los Navíos”).
— o —
“Esperamos que llegue el día en que, como escribe Gustavo Tatis Guerra, con tanto lirismo: el hombre sostendrá una larga y tierna conversación con los árboles, y encontrará en ellos, sus esperanzas, sus agonías, los dioses ambulantes en las ramas y en las raíces... Entonces habrá debates, congresos mundiales para debatir el destino de la rosa, el esplendor de los crepúsculos, el calor de las auroras... Cada hombre velará para que el día sea un milagro, un regalo de los dioses...”. Gustavo Pérez Ramírez – “Responsabilidad Ecológica”
— o —
Estas y otras razones son suficientes para pensar que Gustavo, al igual que Ícaro y otras tantas personas con deseos de superación, tienen ansias de libertad, de trascendencia, con la diferencia de que en Gustavo Tatis Guerra, las alas no están pegadas con cera, y en lugar de caer al mar... vive frente al mar... el mar de Cartagena de Indias, del Caribe, que es su principal fuente de inspiración, la cual en hora buena, lo ha conducido hacia el éxito, gracias también a su constancia y consagración.
— o —
Y trascender es triunfar, alcanzar los ideales, cruzar a la otra orilla del océano en otros horizontes, como las golondrinas y los pájaros, cigüeñas y alcatraces, gaviotas y otras aves misteriosas y viajeras, que después de atravesar planicies y llanuras, cielos, mares y ríos, montañas y praderas, lluvias y veranos, amaneceres y atardeceres, flores, rosas y pastos verdes, robles y palmeras, pinos y cactus, tunas y magueyes, valles y desiertos, nubes luminosas, riscos, cielos brumosos y cumbres borrascosas, selvas y pampas, pueblos y ciudades, hasta llegar a otras geografías, en un permanente ir y venir inciertos, y encontrar por fin sus residencias y sus nidos, de otoño o primavera, de verano o invierno... procrear en cumplimiento del designio divino de perpetuar la especie, multiplicándose copiosamente para confirmar —con el perdón de los pájaros— la universal y sabia sentencia popular de que “una golondrina no hace verano”.

Chinú, julio 7/9 de 2003.

JORGE MAREL: UN POETA DEL MAR

“JORGE MAREL: Un poeta del mar”

RUBER BURGOS ALVIS
¡Cumbia! Mis abuelos
bailaron
la música sensual.
Viejos vagabundos
que eran negros, terror
de pendencieros
y de cumbiamberos
en otras cumbias
lejanas,
a la orilla del mar...
Jorge Artel.

Jorge Marel o Jorge Hernández Gómez es un reconocido poeta del Caribe colombiano, nacido en Sincelejo, Sucre, en 1946. Autor de varios libros sobre el mar. De ese mar insondable, misterioso y eterno. Su obsesión permanente. Obsesión de incontables poetas como Rafael Alberti, pintor del mar (1902-1999), quien acaba de irse, que lo invocó diciendo:
"S¡ mí voz muriera en
la tierra,
llevadla al nivel del
mar
y dejadla en la ribera".
Jorge Marel es un
poeta sediento de mar...
Tanto quizás como Jorge
Robledo Ortiz, quien se
atrevió a decir:
" Voy a beberme el mar,
ya tengo listo mi velero fantasma,
No le he trazado rumbos a mi ausencia..."

Y como tantos otros; sensibles, exóticos y eróticos: El tuerto López, Leopoldo de la Rosa, Candelario Obeso, Gregorio Castañeda Aragón, Meira del Mar, Héctor Rojas Herazo, Julio Flórez, Amado Nervo, Leopoldo Lugones, Rafael Núñez, Rubén Darío, Gustavo Adolfo Bécquer, Arthur Rimbaud, Robert Stevenson, Josef Conrad, Alfonsina Storni, Nicolás Guillén...
Por supuesto que Luis Carlos López, paisano de Núñez (el filósofo del Cabrero) no podía ser con el mar menos que irónico y burlón:

"El rudo mar, infatigable viejo
viril, siempre bilioso
frunciendo a cada
instante su entrecejo,
su entrecejo canoso".

ENTRE LINEAS:
"LA DISCRECIÓN,
CLAVE PARA GANAR
MAR":
No es el título de un libro de poemas, es un titular de prensa en primera página de un importante diario de circulación nacional para encabezar la noticia referente a un triunfo diplomático: "Sigilosos contactos durante el último año con el gobierno de Honduras le permitieron a Colombia asegurar la soberanía sobre 30.000 kilómetros de mar..."

Como si el mar fuera de alguien (?) Me refiero al mar de los poetas y los enamorados.

Acerca del mar hay diversos puntos de vista, por supuesto.
Tenemos el mar político, el mar económico, geopolítico, estratégico, el de placer; el filosófico. El mar metafísico y poético de Marel, del cual dice: "Extraño es el mar, tan extraño, como un ser al que nadie, ni él mismo conoce, y si de algún lugar viene no sabe cual es, y si hacia algún lugar va, ignora hacía donde..."

Antonio Navarro Santos, veterano periodista del Sinú, en su columna del jueves 13 de agosto de 1998 aparecida en EL MERIDIANO de Córdoba, nos dice a propósito del libro "Metafísica del mar" de Jorge Marel, en uno de sus apartes:
"De paso hacia sus mares metafísicos, por su camino bordeado de naufragios, de hondas soledades, de crepúsculos que huelen a golondrinas y donde se oye hondo el tiempo, habla Dios, de lo humano y del amor, pero es en el mar donde está lo místico y esotérico que plasma el virtuoso poeta que lleva consigo..."

Volviendo a Marel, quien es además pintor y escultor, tenemos que decir de él y de su obra, que a ellos se han referido críticos, escritores, académicos, investigadores.

Tres destacados poetas como Giovanni Quessep, Raúl Gómez Jattin y Juan Manuel Roca, se han referido a Marel en términos elogiosos:

“Su poesía es una lección de sobriedad”, apunta Roca.
“Hoy me asomé con un nuevo cristal para mirar el mar. La clara poesía de Marel hizo el milagro”. Escribió Gómez Jattin.
“Jorge Marel es cada vez un poeta más fino y alto en la expresión”. Escribe Quessep.
La poética de Marel atrapa instantes que se vuelven reflexivos y mágicos”. Anota Gustavo Tatis Guerra.

De los libros de Marel he tenido más cerca “El mar y las palabras”, “La última elegía”, y “Nuevo credo del hombre”. Del segundo, me Ilamó la atención el poema que da nombre al libro y "Metafísica del Mar" por su profundidad filosófica. En ellos se nota un poeta reflexivo, preocupado por la suerte de la tierra, el universo y el hombre. En el tercero afirma y confirma su confianza en el hombre. Cree en él, igual que Aurelio Arturo, uno de sus poetas admirados, quien "terminó de pulir su sueño marino" y de "nutrir el futuro del hombre", teniendo fe en el hombre, cantándole al amor, a la mujer, al cielo, al sol, a Dios. En su poema “Semblanza del mar”, que hace parte del libro "Las antiguas palabras", dedicado por el autor a Aurelio Arturo, leemos en una de sus estrofas:
"La libertad es un
sueño del mar:
Bajo las lluvias sueña
con el áureo verano,
porque que el verano lo
acompañan los jóvenes,
y ellos aman la vida, y
aman la alegría,
y vuelven a encender
el amor, alumbrando sus
noches..."

Y para corroborar ese optimismo, leamos de su libro "El honor de las palabras" (1992) el siguiente poema, alentador, vital, existencial:

SOY JOVEN
NO ME HABLEN DE
MUERTE
ENFERMEDADES
O VEJEZ

SOY JOVEN
AMO LA VIDA
EL SOL
EL MAR
SOY JOVEN
AHORA BAILO
RIO
Y CANTO
SOY JOVEN
SOY FELIZ
NO ME HABLEN DEL
DOLOR

Del libro "EL MAR Y LAS PALABRAS" y de otras experiencias y vivencias hago mis juicios en la nota personal "POEMAS PARA EL EXILIO Y EL REGRESO" publicada en El Universal dominical de abril 8 de 1990 y en la revista dominical de El Heraldo de Barranquilla de julio 1° del mismo año. Incluída en la revista literaria ORO DE GUACA de Chinú, de diciembre de 2005, (XIII Encuentro de Declamadores y Poetas), versión Jorge Marel y Atilano Salgado.

EL MERIDIANO CULTURAL-Domingo 24 de diciembre de 2000

INFLUENCIAS LITERARIAS EN LUIS FELIPE PINEDA

INFLUENCIAS LITERARIAS EN LUIS FELIPE PINEDA,
AUTOR DE “ORO DE GUACA”.

Por: Rúber Burgos Alvis

“...Es tan difícil definir la poesía como la misma belleza... La poesía es una encantada criatura de la sensibilidad que tiene sus raíces en el propio misterio del hombre”.
Javier Arango Ferrer
(HORAS DE LITERATURA COLOMBIANA)


Tratando de encontrar aproximaciones e influencias de algunas escuelas literarias en la obra poética de Luis Felipe Pineda, autor de ORO DE GUACA, nos ha tocado indagar y escudriñar, como es normal e inevitable, cualquier cantidad de material y textos de consulta disponible, que nos permitiera acercarnos a su contextualización.

Empecemos por decir que Luis Felipe nació en Chinú el 18 de mayo de 1891 y falleció en Cartagena de Indias el 20 de agosto de 1961. (Hace 40 años).

En una de las páginas introductorias de ORO DE GUACA, a manera de presentación se consigna: “Lema del Autor: No creo en el Arte de hoy, sino en el de ayer y el de mañana... La Poesía, la verdadera Poesía, debe renovarse siempre; pero dentro de los moldes de la antigua Belleza, que son y serán Los moldes eternos. Mi lema es el de Goethe: La Poesía es el arte de hablar por imágenes”.

De entrada empieza a notarse su predilección por la belleza de la Grecia antigua y la Roma Imperial y su admiración inocultable por el escritor alemán Johann Wolfgang Von Goethe (1749-1832).

-o-


El poeta y crítico literario colombiano Rafael Maya, nos dice en el prólogo de ORO DE GUACA, entre otras cosas: “...Luis Felipe Pineda es un caso de político culto, y de parlamentario amigo de los libros... Asiste al parlamento, en el cual ha promovido incidentes ruidosos, discute y rinde informes; pero una vez recogido en las intimidades de su espíritu, hasta donde no le llega el estrépito de los negocios públicos, se entrega a sus amadas rimas sin importársele un comino si ello le granjea la desconfianza de sus electores, o el sarcasmo de los llamados hombres públicos...”.
INFLUENCIAS LITERARIAS... / -2-

En cuanto a Goethe, es marcada su influencia. De él podemos subrayar que nació en Francfort del Main y murió en Weimar. “Casi un siglo de historia configura la vida y obra del espíritu universal de este escritor, considerado uno de los grandes genios que registra la cultura occidental, quién probó y triunfó en todos los géneros literarios, cultivó con éxito insuperable la lírica en todas las etapas de su vida y sentó las bases de la gran narrativa alemana., sin dejar de ser, además, un excepcional estadista”. Como consejero y ministro de las carteras de cultura, guerra y comunicaciones, transformó Weimar en el Centro Cultural y Político más influyente de la época del Despotismo Ilustrado..

De tal manera que no es gratuito en Luis Felipe Pineda el ejercicio simultáneo de la Política y las letras, entendidas e interpretadas en su más alto y noble sentido humanístico.

Goethe, autor del drama Fausto; de una novela de juventud: “Las Desventuras del Joven Werther” y otras obras, escribió en “Poesía y Verdad” “He tenido la suerte de haber nacido en una época en la que los grandes acontecimientos universales estaban a la orden del día... de este modo fui testigo directo de la Guerra de los Siete Años, de la Independencia de América, de la Revolución Francesa y finalmente de toda la Era Napoleónica hasta la caída del héroe, con todas sus consecuencias... así se explica que mi punto de vista y las conclusiones a que he llegado sean muy distintas de quienes han nacido ahora y quienes se han enterado de aquellos grandes hechos históricos por libros que no entienden”.

Don Ramón Vinyes (El Sabio Catalán de Cien Años de Soledad), en su columna de crítica literaria “Reloj de Torre”, publicada en El Heraldo de Barranquilla el 5 de noviembre de 1940, no dice de Luis Felipe Pineda y su libro ORO DE GUACA lo siguiente: “Síntesis de la síntesis: Color: brochazo intenso. Visión: enmarcada. Música: amplia y caliente. Poesía: directa. Luis Felipe Pineda, notable poeta.

Y acerca de sus influencias, nos expresa:
“Rafael Maya ha escrito de Luis Felipe Pineda, autor del libro de poemas “Oro de Guaca”: “Poeta americano a secas, con olor de monte y morbidez de cáscara madura”... ¿Definición justa? —sigue diciendo Vinyes— Rubén Darío puso casacas versallescas a muchos poetas americanos. Santos Chocano le dio imágenes teatralizadas: puentes de arco iris sobre los abismos de los Andes.../ Luis Felipe Pineda maduró dentro del sol francés del autor de “Prosas Profanas” y el ruido de palmeras y de aguas de salto de los poemas de Santos Chocano .../ ¿Polen, el de estas influencias? Desentierro: oro de guaca, contacto con la tierra y con la patria. Pero oro acuñado”.



INFLUENCIAS LITERARIAS... / -3-

Sintetizo, —continúa Vinyes— Por Rubén Darío y Santos Chocano se podría ir —camino recto y seguro— a la gran poesía americana. No se irá con narcisismos, languideces, evanescencias, sutilezas, desmayos, morbideces... Pesa en la balanza americanista: “Oro de Guaca”....”

—0—

Hablar de Rubén Darío, autor de Prosas Profanas, nos conduce indefectiblemente al Modernismo. Se convierte en tema insoslayable. Más, para remarcar en lo de las influencias.

—0—

“A partir de la década de los 90, en el siglo XIX, irrumpe por primera vez, un movimiento literario y cultural de América para el mundo, el Modernismo, cuyos caracteres, que determinan su estilo, se manifiestan en la sensibilidad de un nuevo lenguaje... El modernismo es una renovación en la prosa y el verso, en los que el ritmo y la musicalidad del texto van ajustados a lo que expresa el autor. Es un estilo definido, propio de Hispanoamérica, donde se imponen y abundan ambientes extraños que han dado paso a los ritmos que tienen fuertes nexos en fondo y forma, predominando el lenguaje selecto, la musicalidad y la plasticidad”. (LITERATURA COLOMBIANA. Félix Ramiro Lozada Flórez. Editorial Kimpress Ltda. Bogotá, marzo 2001).
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En cuanto a José Santos Chocano (1875-1934), tenemos que fue poeta, dramaturgo, crítico literario y político peruano, nacido en Lima. Defensor del Americanismo e inspirador de la corriente novomundista en la poesía. De su obra lírica sobresalen Azahares, Selva Virgen, Alma América, Fiat Lux!, Poemas de Amor Doliente, escritos durante el tiempo que estuvo encarcelado en Perú. Primicias de Oro de Indias es el último libro que escribe, antes de ser asesinado en Santiago de Chile. (PROTAGONISTAS DEL MUNDO. Tomo 2. Terranova Editores, Bogotá – Colombia, 1994-1995).
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Luis Felipe Pineda tiene publicadas las siguientes obras: PRIMICIAS (1910); ISLA DE ORO (1912) y ORO DE GUACA (1936), con segunda edición en Agosto de 1996, auspiciada por el Congreso de la República. También en 1936, en la capital del Perú, fue coronado Poeta de América. El Senado de la República honra su memoria y lo condecora con su misma distinción, LA ORDEN DEL CONGRESO DE COLOMBIA EN EL GRADO DE GRAN CRUZ CON PLACA DE ORO, distinción que se impuso al señor Alcalde de su tierra natal, Chinú, el viernes 28 de junio de 1996. (Nótense las coincidencias).

INFLUENCIAS LITERARIAS... / -4-

“Con el movimiento llamado Modernismo, la literatura hispanoamericana sale por primera vez de sus confines continentales y empieza a proyectarse en Europa...Rubén Darío logró revolucionar la poesía universal al iniciar, con la publicación de Azul..., en 1888, el movimiento modernista... La Habana fue uno de los centros importantes del Modernismo, que dio poetas de la talla de José Martí y de Julián del Casal.

Sólo con el estallido del Modernismo, una literatura general hispanoamericana empezó a parecer posible. Porque para que exista una literatura (como ha indicado penetrantemente Octavio Paz) es necesario que exista un espacio donde obras y autores son discutidos. Ese espacio crítico sólo comienza realmente en la América Hispánica con el Modernismo. Darío completó su conquista del mundo hispánico en dos viajes sucesivos a España, a fines del siglo. Su obra fue reconocida en todas partes y comenzó a influir sobre los poetas de ambas márgenes del Atlántico. Con él, el Modernismo fue implantado en la Madre Patria, y por primera vez en la historia de los pueblos hispánicos, la dirección de las influencias se invirtió. Los galeones de la conquista (como observó el novelista venezolano Manuel Díaz Rodríguez) regresaban ahora a casa, llevando, esta vez, no el oro de las Indias sino la metafórica plata de la poesía eterna”. (HISTORIA UNIVERSAL DE LA LIERATURA. Volumen V. Fascículo 33)

En la página 45 de ORO DE GUACA, Luis Felipe Pineda nos ofrece el poema SALUTACIÓN, fechado en Barranquilla - Colombia en 1922, con la siguiente dedicatoria: “Al poeta de América, José Santos Chocano” del cual transcribimos:

“Poeta: en los ardores sangrientos de una guerra/ que empurpuró los ríos y montes de mi tierra/ y en la que el humo a veces oscurecía el sol,/ lleváronme al regazo de una virgen montaña./ Allí viví tres años una niñez extraña,/ envuelto en los fulgores de un épico arrebol/ ... En esas caras tierras cifraron mis mayores/ sus ansias de reposo y huyendo los rigores/ de la guerra se fueron a refugiar allí./ Todos eran poetas, todos eran ancianos,/ todos eran guerreros y sus expertas manos/ sabían cómo suele morir un jabalí./...Contaba yo siete años no más y cierto día/ sentados a la puerta miraban la agonía/ del sol en una orgía de sangre, y el menor,/ el más poeta de ellos me llamó hasta su silla,/ me dio un beso en la frente, me sentó en su rodilla/ y me leyó un poema de fuerza y de calor./ ...Aquellos claros versos vibraron en mi oído/ como si fuesen notas de un himno presentido,/ de un himno que en las Indias solo has cantado tu./ ... Y aunque hace muchos años recuerdo todavía/ que aquellos nobles viejos, llenos de poesía,/ nombraban un glorioso poeta del Perú/ ... Y eras tú, lo recuerdo muy bien, aquel poeta/ que despertó en mi numen la vibración secreta/ los ritmos misteriosos de un canto tropical./ Por eso tus estrofas tienen en mis entrañas/ todo un sacudimiento salvaje de montañas,/ un ósculo de infancia y un sello paternal./ ...”

INFLUENCIAS LITERARIAS... / -5-

Nótese como el mismo Luis Felipe reconoce ostensiblemente, con gratitud innegable, la deuda de su influencia literaria con el poeta peruano José Santos Chocano, digno exponente del Modernismo en su vertiente retórica más parnasiana, confirmándose así lo dicho antes por el sabio catalán Don Ramón Vinyes, tutor del famoso grupo de Barranquilla.
—o—

No podemos omitir bajo ningún pretexto a José Enrique Rodó, escritor uruguayo (Montevideo 1872 – Palermo, Italia, 1917), considerado uno de los mejores prosistas y el gran ensayista del modernismo, defensor de Hispanoamérica frente a las influencias norteamericanas, cuyos títulos más conocidos son Ariel (1900), un ensayo sobre la naturaleza de la democracia; Los Motivos de Proteo, de carácter moral, Hombres de América. Fue guía intelectual para su generación. Por supuesto que debió incidir en la formación intelectual y en el temple de carácter de nuestro poeta Luis Felipe Pineda.
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Hablábamos al principio de la predilección de Luis Felipe por la belleza de la Grecia antigua y la Roma Imperial, presente en la poesía y el arte clásicos.

Pareciera confirmárnoslo otra vez Don Ramón Vinyes, cuando prosiguiendo en su comentario, nos anota: “De un muy buen soneto de Luis Felipe Pineda: ‘A un Papagayo Cautivo’: “Te reclaman las geórgicas campiñas”., y se pregunta: ¿Poeta americano a secas?. En los trópicos la naturaleza es absolutamente antivirgiliana, desde la lujuria de los frutos verdes hasta el bálsamo lechoso de los páramos”.

Ya lo decíamos. Virgilio, uno de los clásicos latinos, hacía parte de la llamada “Tríada Capitolina”. Para explicarlo mejor, en la colina del Capitolio se alzaba hace veinticinco siglos uno de los primeros templos de Roma, consagrado a Júpiter, Juno y Minerva, las tres divinidades más relevantes del panteón latino.

En literatura, son también tres los nombres que sobresalen sobre los demás: Virgilio, Horacio, Ovidio. La Tríada Capitolina de las Letras Romanas.

Públio Virgilio Marón (71 o 70 – 19 antes de Cristo) nació en la aldea de Andes, cerca de Mantua... completó estudios de Retórica en Roma. Allí aprendió también Filosofía en el círculo del epicúreo Sirón...Entre 42 y 39 a.c. compone Las Bucólicas, diez breves églogas de carácter idílico (a excepción de la cuarta que es un panegírico de la Casa de Augusto). Obtuvieron un éxito resonante, facilitando la entrada del poeta en el Círculo Literario de Mecenas. Este lo instó a que redactara un poema sobre la agricultura en el que Virgilio invirtió siete años de intenso trabajo y al que intituló GEORGICAS, esto es, cultivo del campo. Las Geórgicas comprenden cuatro libros: El primero trata del cultivo de la tierra en general; incluyendo un calendario del labrador y las diversas señales para conocer el tiempo.
INFLUENCIAS LITERARIAS... / -6-

Versa el segundo sobre el cultivo de los árboles, especialmente de la viña; el tercero de la cría del ganado; el cuarto y último del cuidado de las abejas”. (HISTORIA UNIVERSAL DE LA LITERATURA. VOL. I).

Hasta aquí todo parece estar claro.
—o—

Finaliza Don Ramón Vinyes su columna de El Heraldo, indicándonos que José Umaña Bernal sabe a Luis Felipe Pineda consagrado por unos dioses autóctonos de corteza española y barniz criollo. “Me acerco a José Umaña Bernal —nos dice Vinyes— disiento de la raíz española de los dioses tutelares del poeta. Franceses” —afirma—. “Como cambia un galante caballero de traje”.

¡Vernácula, la gama de barnices múltiples!, pictorismo acusado. Queden repetidos los nombres de los grandes astros del cielo poético americano. —concluye Vinyes—, con lo cual pretende demostrar el parentesco literario de Luis Felipe y su poemario ORO DE GUACA con los simbolistas franceses, lo cual compartimos plenamente.
—o—
Para concluir este intento de ensayo, consignemos el párrafo inicial de una nota nuestra, aparecida en la revista TRIBUNA No.1 del mes de Febrero de 1993, (incluida en el tomo II del libro LITERATURA EN EL SINU – Siglos XIX y XX, del escritor José Luis Garcés González), titulada “LOS CHINUANOS TENEMOS TRADICIÓN LITERARIA...”: “Por guardar relación con el momento, y, porque el devenir de la historia es circular, además de lineal y sucesivo. Y porque el tiempo hace cabriolas, trasladándonos sorpresivamente a otro lugar en el tiempo y el espacio, situándonos en el principio cuando creemos estar en el fin, tengo y tenemos el imperativo categórico de reconciliarnos con nuestros orígenes. Con nuestro génesis... Se trata justamente de recordar, de refrescar la memoria, de hacer notar que aquí, en Chinú, terruño de nuestras añoranzas, nostalgias y amores, existe una tradición literaria; unos asomos líricos desde mucho antes. Que se ha cultivado con esmero la narrativa y la poesía. Más la poesía. Y Luis Felipe Pineda es nuestro Poeta Mayor... (!)”.

Chinú, Diciembre 14 de 2001.

LUIS FELIPE PINEDA OLASCOAGA: EL POETA MAYOR DE CHINÚ

LUIS FELIPE PINEDA EL POETA MAYOR DE CHINÚ.
Por RUBER BURGOS ALVIS.

Chinú tiene tradición literaria y Luis Felipe Pineda es su poeta mayor.

El poeta Pineda es reconocido en el panorama nacional como poeta, escritor, periodista y político. “Luis Felipe Pineda es un caso de político culto, y de parlamentario amigo de los libros”, dijo de él Rafael Maya en el prólogo de su libro “Oro de Guaca”... “Quienes lo conocemos en la intimidad —agregaba el crítico—, podemos afirmar que la predisposición lírica es lo fundamental de su espíritu, por más que la política, el parlamento y el periodismo parezcan acaparar lo mejor de sus actividades públicas... Luis Felipe Pineda es un temperamento poético de indiscutible vibración...”

No obstante, como político también brilló con luz propia. No es gratuito que en 1934, Alfonso López Pumarejo, en su primera presidencia, le manifestara con honda preocupación, en reunión privada, al entonces presidente de la Cámara de Representantes, Luis Felipe Pineda, que: “si el Congreso no se decide a trabajar, se clausurará el próximo 16 de noviembre” Por ese entonces, el mandatario de los colombianos se mostraba pesimista en el resultado de las labores en virtud de la prolongada pérdida de tiempo en cada una de sesiones por exceso de intervenciones políticas. También por esos días, el escritor y político venezolano Rómulo Gallegos, autor de Doña Bárbara, publicaba su obra Cantaclaro, creando gran expectativa en Bogotá y Colombia. Según registros noticiosos del Diario El Tiempo. Por supuesto que el poeta Pineda, amante de estas inquietudes intelectuales, estaba pendiente de estas novedades literarias, sin dejar de cumplir a cabalidad con el compromiso nacional que le deparaba la actividad política, pues, en su ejercicio, actuaba de conformidad con el principio aristotélico que consagra que: “Las buenas formas de gobierno son aquellas en que una sola persona, unas cuantas o muchas, gobiernan con la vista puesta en el interés común”.

A Luis Felipe Pineda lo definió Rafael Maya como “poeta americano a secas, con olor de monte y morbidez de cáscara madura”.

Don Ramón Vinyes, quien figura en la Enciclopedia ESPASA, tutor del famoso grupo de Barranquilla e inmortalizado por García Márquez como El Sabio Catalán en su novela Cien Años de Soledad, le dedicó un acertado e interesante comentario al poeta Pineda y su libro Oro de Guaca en su columna Reloj de Torre, en El Heraldo de Barranquilla el 5 de noviembre de 1940. Don Ramón Vinyes nos informa que: “Luis Felipe Pineda suscribió en Antena, una revista barranquillera de la época, la idea de coronar al poeta costeño Miguel Moreno Alba”.

En la misma revista Antena se publicó en 1943 un poema suyo titulado Conchita Cintrón, dedicado a Donaldo Cabrales. Algún crítico le llamó “El Píndaro de Bolívar”.

A las nuevas generaciones hay que precisarles que Luis Felipe Pineda nació en Chinú el 18 de mayo de 1891 y falleció en Cartagena de Indias el 20 de agosto de 1961. (hace 35 años).

Del libro Quién es quien en Colombia y de la biografía que el extinto Gabriel Cruz Díaz publicara en la revista Tribuna No.1 de 1993, tomamos los siguientes datos:

“Hijo de Don Bonifacio Pineda y Teresa Olascoaga: con estudios primarios en el Liceo Chinú. Casado en primeras nupcias con Ana Carmela Pineda y después de enviudar, con una hermana de ésta, de nombre Josefina. Su obra cumbre Oro de Guaca (1936) ha sido la más divulgada. Publicó también Primicias (1910), Isla de Oro (1912). Al fallecer dejó inédito un libro de poesías titulado Melodías de Otoño; y dos hijos: Luis Felipe y Alba. Fue director de la revista Atlántida, redactor del periódico La Nación que se editó en Barranquilla bajo la dirección de Pedro Pastor Consuegra; colaborador de El Tiempo y otros periódicos de la capital de la República. Como político fue miembro del Concejo Municipal de Chinú, Diputado a la Asamblea Departamental de Bolívar (1925-26); Representante a la Cámara por el viejo Departamento de Bolívar (1923-39), siendo elegido presidente de dicha corporación en 1934. Senador de la República (1935-39). En el período 1943-47 resultó elegido Senador suplente, pero declinó esta dignidad”.

Es esta una semblanza ligera de uno de los hijos eméritos de Chinú, un Municipio que otrora fuera villa del Séptimo Cantón, dependiente de Cartagena, Jefatura Política, con Concejo Municipal y Juzgado de Primera Instancia, Provincia en el antiguo Estado Soberano de Bolívar y en tiempos de la Conquista, residencia preferida de la rica y poderosa Cacica Tota.

Finalicemos esta reseña con sendas citas de José Umaña Bernal y Rafael Maya, a propósito de Oro de Guaca, su obra cumbre:

“Oro de Guaca”; oro indígena, escondido bajo la tierra brava, fugitivo en el embrujo nocturno por caminos de luces trashumantes; oro de asalto y de romance pirata; sortijas y collares del cabecilla de ojos en fuga y cabellos de noche larga; cinturón de la india dócil, de piel lenta y dorada; guirnaldas de pájaros locos sobre el alba criolla; piedras de la noche morena... Todo eso en estos arcones de minucioso repujado, en que un poeta de la costa heroica prolonga la aventura ambiciosa de sus antepasados, también buscadores de oro en el litoral turbulento” (José Umaña Bernal).

“Pero ya es tiempo de que el lector penetre en esta “guaca” indígena, donde ha de encontrar collares y brazaletes, flechas untadas de curare, abanicos de plumas, corazas adornadas de lentejuelas, y cierto instrumento musical, fabricado de cuernos de antílope, que todavía resuena en el último lamento de una raza desaparecida” (Rafael Maya)

Reseña leída en el Acto de Condecoración con la Orden del Congreso en el grado de Gran Cruz con Placa de Oro al eximio poeta Luis Felipe Pineda Olascoaga y Orden de la Democracia en el grado de Gran Cruz, otorgada por la Cámara de representantes.

Chinú, viernes 28 de junio de 1996.

 Publicado en El Universal Dominical

EL SABIO CATALÁN Y LA OBRA DE UN POETA CORDOBÉS

RAMÓN VINYES
“EL SABIO CATALÁN”
Y LA OBRA DE UN POETA CORDOBES
Por RUBER BURGOS ALVIS

Aspiramos sostener esta columna hasta que la voluntad, circunstancias y lectores lo permitan.

Su orientación, criterio y características serán eminentemente democráticos. Invariablemente estaremos dispuestos a conservar nuestra autonomía por encima de cualquier consideración, procurando dar siempre en el blanco.

Los temas a tratar serán sobre literatura, política, arte, sociología, economía y asuntos diversos.

Hoy, para inaugurar, abordaremos un aspecto relacionado con la literatura y el periodismo costeño. Se trata de un personaje que en las páginas finales de “Cien Años de Soledad” aparece como “el sabio catalán”. Seguramente todos los que han leído la portentosa novela de García Márquez lo recuerdan. Ejerció su magisterio cultural en Barranquilla. El éxito de “Cien Años de Soledad” le restituyó la gloria que quizás no hubiera existido sin esa novela, o que hubiera sido simplemente un reconocimiento frío entre un limitado grupo de estudiosos de la literatura.

Según su biógrafo Pere Elies Busqueta fue en 1913 cuando viajó por primera vez a Colombia. Tenía entonces 31 años. Había salido de Barcelona en mayo y llegado a Puerto Colombia el 16 de junio. Se casó el 20 de marzo de 1922 con la barranquillera María Salazar y viajó entonces con ella a Barcelona, regresando a Barranquilla a fines de 1923. En ese período acaece el incendio de la librería que fundó en unión del catalán Javier Auqué Masdeu, asociándose con ellos más tarde el también catalán Pablo Vilá.

En 1917 había aparecido la revista “Voces”, animada por Vinyes, aunque éste nunca figuró como director.

Al regresar a Colombia, ya sin los recursos de la librería, Vinyes se dedicó al periodismo y fue colaborador del diario barranquiller La Nación, que dirigía el periodista Pedro Pastor Consuegra. Parece que fue un editorialista beligerante en pro de ideas progresistas. Alternó el periodismo con la literatura ylas cátedras en un colegio oficial de bachillerato. Colaboró con la revista “Universidad” dirigida por Germán Arciniegas, con e vespertino “El Mundo”, el semanario “Crónica”, dedicándose de lleno a su columna “Reloj de Torre” en el Heraldo.

También colaboró en aventuras periodísticas del llamado “Grupo de Barranquilla”.

Fue tanto su vigor ideológico y tanta su virulencia en su trabajo de periodista, que se le aplicó una medida de expulsión, teniendo que regresar intempestivamente a Barcelona en la primavera de 1925, iniciando así una estancia de cuatro años y medio en Cataluña, donde estrenó varias obras teatrales, alcanzando notables triunfos en 1929 con Qui no es amb mi (Quien no está conmigo) y Paters Bar.

En una entrevista concedida en 1929 a Augusto Toledo se refirió discretamente a su compromiso nacionalista e ideológico. En el momento de las definiciones imprescindibles durante la guerra civil española se definió plenamente escogiendo el bando de la libertad.

Regresó nuevamente el 27 de noviembre de 1929, pero al enterarse de la renuncia de Alfonso XIII y de la instauración de la República Española, ocurrida en abril de 1931, Vinyes decidió regresar sin demora a su tierra, a participar, evidentemente, en el combate político por el progreso y por Cataluña.

La guerra civil y la derrota de los ejércitos republicanos lo obligaron a expatriarse otra vez.

Salió de Barcelona, y bajo la amenaza apremiante de las tropas fascistas del franquismo el 24 de febrero de 1939 y luego de pasar la frontera francesa de Le Boulou y Toulouse lo sorprendió en París el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

El 3 de febrero de 1940 viaja hasta el Puerto de Le Havre, logrando embarcarse el día 16 en el San Diego de la Compaine Generale Trasatlantique, hacia Barranquilla, donde llega el 26 de febrero de 1940, teniendo una estancia de más de 10 años, hasta el regreso definitivo a su patria, emprendido el 15 de abril de 1950, sufriendo su primera crisis cardíaca casa de su hermano José, a fines de julio de 1950, muriendo tras sucesivas crisis el 5 de mayo de 1952, en horas de la tarde, tres días antes de cumplir los setenta años.

No sin razón Gabriel García Márquez lo inmortalizó en una nota periodística aparecida en la columna Día a Día, en EL ESPECTADOR del 31 de diciembre de 1954 titulada “El Viejo que había leído todos los libros”. Tal era su gratitud por él, que no podía olvidarse de la ocasión hacia 1950 en que Don Ramón Vinyes, Alvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor y Germán Vargas le remitieron por correo nacional un paquete con libros a la lejana población de Sucre-Succre, cuando se hallaba enfermo en esa inhóspita región. Así conoció al hoy nobel de literatura a Faulkner, Virginia Woolf, John Dos Passos, Ernest Hemingway, John Stennbeck, Erskine Caldwell, Aldous Huxley y otros tantos que contribuyeron en su formación literaria.

Pero esto no bastaba para saldar una vieja deuda y terminó por universalisarlo en Cien Años de Soledad, de cuyo texto transcribimos:

“Era el final. En la tumba de Pilar Ternera, entre salmos y abalorios de putas, se pudrían los escombros del pasado, los pocos que quedaban después de que el sabio catalán remató la librería y regresó a la aldea mediterránea donde había nacido, derrotado por la nostalgia de una primavera tenaz... Estuvo media vida en la calurosa trastienda, garrapateando su escritura preciosista en tinta violeta y en hojas que arrancaba de cuadernos escolares, sin que nadie supiera a ciencia cierta qué era lo que escribía”.

Este personaje, de tan vasta trascendencia en la literatura universal y el periodismo, tan es así que figuraba desde 1924 en la Enciclopedia Espasa, se tomó la molestia de comentar en su columna periodística aparecida en EL HERALDO con fecha 5-XI-1940, reproducida en la revista dominical del mismo el 28 de junio de 1987, el libro de poemas “ORO DE GUACA” del autor cordobés, nacido en Chinú, Luis Felipe Pineda, definido por Rafael Maya como: “Poeta americano a secas, con olor de monte y morbidez de cáscara madura”.

Post Scriptum

Esperamos que la Junta Regional de Cultura, presidida por el poeta José Manuel Vergara, y la Unión Nacional de Escritores (UNE) Capítulo de Córdoba reediten la obra “Oro de Guaca”, dentro de las tareas a realizar, materializando así una vieja disposición de la Asamblea Departamental en la Ordenanza 91 de 1959, cuya financiación está prevista en la también Ordenanza número 03 de 1965 que establece la creación de la Biblioteca de Autores Cordobeses.

DANIEL OTERO ALANDETTE

DANIEL OTERO ALANDETE
Poeta y periodista, costumbrista y satírico que aliviaba el alma con poemas románticos.
Por Rúber Burgos Alvis.

Conocido por viejos, jóvenes e infantes como Don Danie, este poeta, maestro de la caricatura y periodista social agudo y perspicaz, tuvo la fortuna de saborear con fruición y deleite, desde la platea, con el intransferible privilegio que solo tienen los espectadores de primera fila, toda la trama del acontecer social y político del antiguo Chinú, el de los ensueños de 1905 en adelante.

Don Danie, o Ñaña, como le decían sus familiares y amigos cercanos, nació en las postrimerías del siglo XIX, más concretamente en 1895, y pudo abarcar todo el segmento histórico de su aldea de principios del 20, hasta 1980, cuando pasó a ocupar otras coordenadas metafísicas, desde donde seguramente seguirá observando y riéndose a carcajadas altisonantes de todos los chinuanos zorombáticos que aspiramos a morder las aristas del 2025.

Más de una vez, políticos de aldea y provincia, aprendices de las malas artes, sufrieron con su punzante mordacidad. No pocas veces los picó “El Alacrán”, un semanario tabloide que fundara en épocas de fragor liberal.

Y más de un desafortunado alcalde o concejal tuvo que pagar bien alto el precio de su estupidez, cuando las ambiciones desbordantes e intenciones protervas los hacían pisar en falso. Don Danie era implacable e inflexible con esta clase de deslices. Más de uno también, hubiera querido desaparecerlo del mapa o del guión cinematográfico de la “Comedia Humana” de la que hacemos parte descrita con magistralidad por Honorato de Balzac.

El estilo de Daniel Otero Alandette, en caricaturas cargadas de sarcasmo, en notas periodísticas, en espinelas, en versos y poemas, era unas veces cáustico como el del Tuerto López, quien fuera contemporáneo suyo.

Pero también trabajó los poemas románticos que aliviaban el alma y el cuerpo pues fue también discípulo de Hipócritas, y sus sabios conocimientos de medicina los trasladaba al arte de las letras con pasmosa certeza.

Sus genes fueron fuertes, indelebles, indesteñibles, invencibles. Tenemos que decirlo, trasmitidos con pasión y con fuerza a través de las mujeres que amó, por ahí andan dando guerra, envasados en los cuerpos de todos sus hijos y sus nietos. Veamos varias muestras de algunos géneros cultivados con esmero por este irrepetible médico, periodista y poeta.

CAMPESINA

Por el tortuoso camino
que de un retiro vecino
comunica hasta el poblado
viene la hermosa zagala
de los campos reina y gala
con traje verde y rosado
en una burra preñada
que viene casi cansada
conduciendo en los jolones
yuca, tomate, frisol,
hojas de chupa y de col,
ñame, maíz y melones.

La chica de rato en rato
arrea con el garabato;
a trotar la burra empieza
y la botella del gas
que va colgando detrás
con la angarilla tropieza...

Al llegar a la emboscada
una diadema morada
de silvestres campanillas
se arregla con desparpajo,
la zagala, y por lo debajo
canta unas rudas cuartillas.

Llega de un turco a la tienda
que le dice: “Oye mi brenda
tú que estás mucho fermosa...”
y llena de aire y rubor
repudia de éste el amor,
se va temblando y llorosa.

Mas cuando el sol ardoroso
desde el cenit majestuoso
anuncia que son las doce
va sobre su sombra andando
niña y burra ya sudando
pero ambas llenas de goce
pues ha vendido la carga
que se estaba haciendo amarga
para la pobre orejana
que no comía casi nada
porque pasaba sogueada
en castillero sabana

... Y por el mismo camino
que por la mañana vino
se va la hermosa cantando
por entre zarzas y flores
la canción de sus amores
con el hijo de ño Armando...

A su casa llega presto
donde ya se ha puesto el tiesto
para tostar el café...
salen los perros ladrando
y en un banco suspirando
está su amante josé...



Tomado de la Revista TRIBUNA, Publicación de la Casa de la Cultura de Chinú
Año I – Número 2 – Chinú, Agosto 1993

EFRAÍN ALVIS BETTÍN: UN BARDO IRREDENTO

EFRAÍN ALVIS BETTÍN. UN BARDO IRREDENTO.

Nació en Chinú el 8 de agosto de 1910. Sus padres Manuel Alvis González y Catalina Bettín Guerra. Aprendió telegrafía a los trece años de edad, solamente observando a Don Manolo Mora en un manipulador mecánico de código Morse, desde la puerta de entrada a la Oficina de Correos y Telégrafos; llegando a convertirse en telegrafista profesional antes de los veinte años de edad. Trabajó en Barranquilla, Cartagena, (donde alternaba con los círculos literarios), Malambo, Suán (Atlántico), Corozal, Lorica, Chinú y Magangué. En este último lugar escribió mucho sonetos entre 1932 y 1936. Tiene inédita una novela costumbrista titulada “Historia de Aristarco de Albizzi”, cuyos originales se extraviaron, y un sinnúmero de poemas escritos. Algunos publicados en periódicos y revistas. A Cartagena de Indias ha dedicado varios de sus desvelos poéticos. En esta ciudad conoció de cerca a personajes representativos de la talla de Don Santiago Porras Troconis, padre de la pintora Cecilia Porras. Fue homenajedo en el V Encuentro de Declamadores y Poetas “Oro de Guaca”, versión Efraín Alvis BETTÍN. Murio en Chinú el 28 de Julio de 1998. Su nombre está incluido en la obra LITERATURA EN EL SINÚ, SIGLOS XIX Y XX (Tomo I Página 83) del escritor José Luis Garcés González. Dejó un libro inédito antologado por su sobrino Rúber Burgos Alvis, titulado “CANTO A LA PRIMAVERA” – 20 Poemas y Sonetos Románticos.

A continuación , una muestra poética del libro “CANTO A LA PRIMAVERA” –20 Poemas y Sonetos Románticos :

SONETO A JULIO FLOREZ
Por Efraín Alvis Bettín (1936)

El numen del poeta es la tristeza
y si no que lo diga Julio Flórez
quien supo darle forma de belleza
en sus versos a todos los dolores.

Sus versos que reflejan la tristeza
del que vivió sin dicha y sin amores
son laureles de luz que en su cabeza
brillaron con fantásticos fulgores.

Por eso yo sin dicha y sin amores
cuando en el alma siento la tristeza
que en sus versos revela Julio Flórez

Presiento que algún día en mi cabeza
brillarán con fantásticos fulgores
los laureles de luz de la tristeza.



FANTASTICAS AURORAS
Como corren fantásticas las horas
a perderse en la oscura lejanía
en donde de la aurora llega el día
que termina con todas las auroras

Mientras que sueño con encantadoras
bocas llenas de aromas y ambrosías
y ojos que traigan a mi noche el día
y consuelo a la pena de mis horas

corriendo van fantásticas las horas
a perderse en la oscura lejanía
donde terminan todas las auroras

sin llegar nunca el anhelado día
en que venga una boca de ambrosía
a consolar la pena de mis horas

Magangué, 1942

Efraín Alvis Bettín

Tomado de la Revista TRIBUNA, Publicación de la Casa de la Cultura de Chinú
Año I – Número 1 – Chinú, Febrero 1993

EJERCICIOS AEROBICOS PARA LA MENTE

EJERCICIOS AERÓBICOS PARA LA MENTE O LA EXTRAÑA MUJER DEL CARNAVAL
Por RÚBER BURGOS ALVIS
Grupo Takasuán
Levantó la cortina azul oscuro y la introdujo en la ranura de la barra que divide las palomeras de los equipajes livianos, a lado y lado, en los extremos laterales del techo, luego de retorcerla y envolverla cuidadosamente. Después comenzó a penetrar con suavidad las bellas y esmaltadas uñas de sus armoniosos y delicados dedos largos cubiertos de brillantes, que frotaba seductoramente en su sedosa melena felina de azabache perfumado, extensa y abundante, con unos rizos casi imperceptibles, irguiendo altivamente su cuello de leona enamorada y soñadora.
Antes había extraído de un hermoso maletín ejecutivo de fino cuero negro, tono mate, primorosamente elaborado, una carterita mediana del mismo color y la misma textura, de la cual sacó un tiquete de viaje, impecablemente conservado, que mostró al ayudante para comprobar el pago del pasaje. Después guardó la carterita y abrió una agenda de tapas café oscuro con letras doradas impresas y hojas curuba, con caracteres sepia. Cometí la indiscreción de mirar sin que ella lo advirtiera los apuntes y direcciones escritos, y vi que anotó algo.
Era, sin dudarlo, una ejecutiva de ventas, quizás visitadora médica o representante de una prestigiosa distribuidora de productos de farmacia.
Debo confesarlo, pues no puedo negar que comenzó a inquietarme desde el mismo momento en que tomó el asiento delante del mío en el autobús. El puesto elegido por mí estaba más alto unos veinte centímetros y desde allí dominaba mejor el panorama.
También debo admitir que cuando a uno comienza a morderlo la andropausia entra sin mayores esfuerzos a estos trances y yo ya pasé de cuarenta años. Ayer precisamente cumplí 44 ruedas como dice un conocido locutor deportivo barranquillero, de apellido alemán, de nombre Mike Smulcson.
Donde quiera que esté es a no negarlo una mujer exuberante, con 1.70 de estatura, un estilizado cuerpo, piel morena como la de Gabriela Clavocanela que cita en su novela del mismo nombre el brasilero Jorge Amado. Con un perfil árabe y una sonrisa permanente, cejas negras intensas, con líneas perfectamente demarcadas en arco y unas pestañas largas y espesas que acentúan su mirada sensual, fulgurante, oscura, penetrante, adornada de una eterna sonrisa en sus labios carnosos y salvajes, que la hace más bella e interesante.
Se volvía a pasar una y otra vez los bellos dedos largos, sus delicadas manos femeninas 500 por ciento, introduciéndolas una y otra vez como en un rito repetido, lo cual le daba un resplandor entre erótico y tierno.
Iba vestida con falda ancha de tela suave con arabescos verdes matizados con otros colores fosforescentes, entre ellos el rojo, con fondo turquí, suéter negro, aretes largos de ónix y oro macizo de buena filigrana.
Se recogió el cabello sobre su cuello de ángel trigueño escapado del paraíso. Sin que ella lo advirtiera comencé a desearla y a hacer fuerza para que sus hermosas piernas de Diosa, cubiertas por la falda, con una abertura sugestiva, se movieran un poco para poder siquiera observarle parte de su piel excitante, fresca y luminosa de color miel y sabores y olores imaginados por mi mente de criatura perversa, que ya empieza a mostrar el descaro aberrante de la estación estival.
De todos modos me quedé con las ganas y ella sin darse cuenta siguió el viaje, impasible, con sus caderas redondas de curvas peligrosas, hacia un destino de carnaval incierto, mientras yo me quedé, para poder disfrutar sin fantasías eróticas, de la agradable compañía de ustedes en este carnaval de verdad, que comienza mañana.
Escrito hoy 18 de febrero de 7:30 a 9:00 de la mañana, en el Bus 728 de Expreso Brasilia en la ruta Montería-Chinú.
Nota: Leído en el Colegio Nuestra Señora del Carmen en un evento cultural.
Chinú, febrero 18 de 1993.

HISTORIA DE TAKASUÁN

HISTORIA DE TAKASUAN

Por: RUBER BURGOS ALVIS

El entorno natural de los zenúes está compuesto de agua, de cerros y de valles.
Su personalidad pertenece al misterio; su espiritualidad, al reino indescifrable del mito y la leyenda. Su cultura es anfibia y musical. El hombre zenú aprendió música en la sordina melodiosa y quejumbrosa de los ríos. Su talante es guerrero. Sus hembras son hermosas y febriles. Se familiarizó desde tiempos remotos con rústicas trompetas vegetales. Gaitas cabezae'cera. Con pitos traveseros que atrapaban el canto de pájaros salvajes y el rugido tempestuoso de las fieras en celo suavizaba la ira enceguecida de sus dioses tutelares. Después le llegó la edad de los metales.

Una figura precolombina antropomorfa de tumbaga, de un músico zenú tocando gaita larga encontrada en Ovejas, que hace parte de la composición de la portada de la revista Gaceta Cultural de Sabanas No.4, junto con una fotografía de la Ciénaga de Tofeme, Caimito y el Cerro Corcovao, que se encuentran situados en la región del Finzenú, bastante cerca del centro ceremonial de Takasuán y de la región del Panzenú del Norte, cuya capital es Jegua, a orillas del Jegú, nos demuestran las aseveraciones del principio.

En la región de las Sabanas de Takasuán, en los playones del Jegú o Xegú, como llamaban los nativos al río San Jorge, predomina la arquitectura del comején: gran variedad de túmulos se encuentran a lo largo y ancho de toda su extensión. Se asemejan, desde lejos a los menhires y dólmenes del período megalítico. Son majestuosos e imponentes como el templo del sol de la ciudad maya de Chichén Itzá y tienen la forma geométrica de las pirámides de Tenochtitlán y la precisión la cronométrica del calendario azteca para registrar el tiempo y el clima meteorológico, todo lo cual estaba al servicio de la pesca, la caza, la agricultura y los ritos religiosos.

Nuestro indio Finzenú, de linaje Zenú, tenía la sabiduría de los egipcios y la altivez de los Caribes y los Incas. Era pariente de los Muiscas o Moscas, que hacían parte de la gran familia Chibcha. La maestría del Quimbaya para hacer maravillas con el oro. Era un hábil tejedor de mantas y hamacas. Quizás nunca sospechara que uno de sus descendientes confeccionaría casi frisando el siglo XXI y a 500 años del Descubrimiento, la polémica hamaca que un nóbel de literatura de amerindia usara en la portada de un libro llamado El General en su Laberinto.

Por datos históricos confirmados sabemos que el territorio Zenú al arribo de los conquistadores en el siglo XVI, estaba dividido en tres provincias: FINZENU, que
involucraba el Valle del Sinú hasta los Montes de María, en la Serranía de San Jacinto, en el Departamento de Bolívar, y era el centro ceremonial y funerario; PANZENU, que comprende el valle del San Jorge hasta su desembocadura en el Magdalena, y en el Brazo de Loba constituía una zona de explotación agrícola, pesquera y de cacería; ZENUFANA, los valles del Bajo Cauca y Nechí, sede del poder gubernamental.

Es posible que los españoles oyeran a los urabaes utilizar el nombre de Finzenú para referirse a los habitantes del Oriente y a los lugares en que vivían.

Finzenú se levantaba cerca de la Ciénaga de Betancí y constituía la capital del populoso valle del Sinú. Ciudad famosa, parece que disfrutaba de cierta importancia religiosa, y ante la Conquista era la más grande y la de mayor número de habitantes de la región, nos dice Gordon. "El pueblo principal (Finzenú) era el más crecido, lúcido, y bien poblado de cuantos había doscientas leguas de contorno", cita Simón en sus Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las lndias Occidentales, basándose en Juan de Castellanos.

"Los españoles se sorprendieron con la organización de Finzenú y Ayapel.... En Finzenú habia dos tipos de casas. Aproximadamente veinte, de grandes dimensiones... Estas moradas llamaron la atención de los conquistadores porque "habian sido hechas casi con la misma organización y de la misma forma" que las del país de los españoles. El piso era de tierra y los habitantes dormían en hamacas. En Finzenú residía una cacica y su corte. Los habitantes de los numerosos poblados del Valle del Sinú eran sus vasallos. Según parece, la posición de la cacica de Finzenú tenía alguna connotación religiosa. No se consideraba apropiado que ella pisara en el suelo desnudo, y cuando se rescostaba en la hamaca las dos sirvientas más bonitas de su casa se acostaban en la tierra, con el rostro para abajo, de manera que la cacica pisara sobre ellas al subir o bajar de la hamaca. El piso por donde caminaba estaba siempre cubierto de pasto. El hermano de la cacica Finzenú era quien gobernaba en Zenufana, pero él, al igual que sus vasallos, le rendía pleitesía. En una de las esquinas de la plaza se levantaba el templo, tan espacioso que podía alojar a más de mil personas. En el interior había veinticuatro figuras de madera tallada con formas humanas, recubiertas con láminas de oro y cada una con una diadema del mismo metal. Dos de estos
gigantes de madera se levantaban cara a cara y sobre sus espaldas sostenían una vara; de esta vara colgaba un hamaca en la cual se depositaban las ofrendas de oro, "tan gruesos y aún más que los de más vieja montaña....eran hobos los más y ceibas" —anota Simón— . Campanas de oro colgaban de las ramas por medio de hilos, —sigue diciendo Gordon—, apoyándose en los cronistas de Indias.

"El cementerio más grande se hallaba situado en Finzenú y allí enterraban a los miembros más importantes de la comunidad, aunque fuese necesario llevarlos desde lugares distantes... Pronto los invasores españoles descubrieron que era costumbre de los zenúes colocar tesoros en los enterramientos o cerca de éstos, y allí encontraron oro en abundancia"(Gordon) .

"Los más importantes señores de los otros dos Zenúes (o sea, Panzenú y Zenúfana) se enterrásen en este Zenú (o sea, Finzenú) de su hermana (la hermana del Cacique de Zenúfana) con todo el oro con que se hallásen a la hora de la muerte según su costumbre" —Fray Simón. Nota = Simón recalca el hecho de que Heredia encontró armas españolas en el Fínzenú y sugiere que éstas fueron tomadas a los miembros de la expedición de Francisco Becerra, a quienes los Zenúes asesinaron en 1515.

La tan mencionada cacica del Finzenú, no era otra distinta que la Gran Cacica Tota que tenía su sede en lo que hoy es Chinú, en la región conocida con el nombre de Takasuán, y los habitantes aborígenes de este contorno no eran otros que los Chenúes, que iban cada cinco lunas a adorar y ofrecerle tributos, con Tota a la cabeza, lo mismo que lo hacían los demás caciques del Imperio Zenú y de todo el Finzenú, al Gran Señor de Takasuán, cuyo asentamiento se encontraba en lo que es en la actualidad Galbao y Carbonero, donde estuvo situada la Villa vieja de Takasuán, o de San Benito Abad, fundada• en 1669, más de un siglo antes de ser trasladada o refundada por Antonio de la Torre y Miranda, el 5 de noviembre de 1775, de donde partiría para reorganizar a San Rafael de Chinú el 22 de noviembre del mismo año, reubicando 300 familias y 1845 personas, no sin antes haber refundado a San Francisco de Sincelejo el 21 de noviembre , o sea, el día anterior, para seguir luego a tierras del cacique Sajú en Paloquemao y refundar a San Juán de Sahagún el 7 de diciembre. Bien sabido es que a Chinú lo descubrió en 1534 el adelantado Don Pedro de Heredia, cuando era una aldea indígena; que su hermano Alonso de Heredia volvió en el año de 1535; pero que ya en 1515 había sido asesinado por envenenamiento Francisco Becerra con su expedición procedente de Santa María La Antigua del Darién, por encargo de Pedrarias Dávila, habiendo dejado esta expedición el contagio de varias enfermedades que fueron diezmando la población, todo lo cual registra en sus informes, asombrado el propio Pedro de Heredia.

Recuérdese que Gordon nos dice al principio que "es posible que los españoles oyeran a los urabáes utilizar el nombre de Finzenú para referirse a los habitantes del Oriente y a los lugares donde vivian".

Las relaciones escritas por Pedro y Alonso de Heredia hablan de otras dos provincias Zenúes importantes: Catarapa, por los lados de Tolú y sus costas marinas, y Mexión, por las Sabanas donde hoy se encuentran los pueblos de San Andrés, Chinú y Sampués hasta Sincé, con posible extensión a Takasuán en el río Jegú.

Don Pedro de Heredia (fundador de Cartagena) avanzó en 1534 desde Calamarí por los Montes de María para descubrir el Finzenú.

El ansia de oro lo llevó a proseguir más hacia el sur: Faraquiel y Betancí y sus templos, sin torcer al oriente por donde habría llegado a Jegua.

Sin embargo, pudo ocupar con relativa facilidad las provincias sabaneras de Mexión y Catarapa, donde poco después su hermano Alonso, fundó la Villa de Tolú (1535). En 1536 (Alonso) conquistó al Panzenú de Yapé, cuya capital, conocida después como Ayapel impresionó a los conquistadores, y en honor del santo batallador del caballo y el dragón que les dió la victoria, aquel día bautizó la amplia corriente de agua que bordeaba la ciénaga de Yapé. Se llamaría en adelante, Río San Jorge y no más Jegú. El 3 de marzo de 1537 fundó La Villa de Santa Cruz de Mompox, haciendo de esta Villa una reminiscencia de pueblos andaluces con vistosa plaza y grandes casonas y la convertirían en Fuerte Militar y sede del gobierno colonial más importante de toda la región.

El proceso histórico natural que muestra la formación Social colonial y el modo de producción señorial americano sobre las ruinas del lmperio Zenú, no presenta muchas diferencias con lo ocurrido en otras partes de América.

Aparecen los mismos mecanismos de dominación: la violencia de la conquista, la ocupación territorial, la encomienda, el reclutamiento de indígenas, la esclavitud, la reducción, el resguardo de indios, la fundación de villas y parroquias de blancos, el cabildo de vecinos, la doctrina, los hatos, el tributo, la boga, el servicio personal y el concertaje.

Las crónicas de los padres Simón y Aguado dan indicaciones rápidas sobre la existencia de tres provincias "Zenúes": Panzenú, Finzenú y Zenúfana. De tal modo que, en mi opinión personal, Catarapa y Mexión no fueron más que asentamientos tribales de menor importancia que hacían obviamente, parte del Finzenú, y que la comunidad Mexión estuvo situada más bien en lo que hoy es San Andrés y en jurisdicción de la vereda de Las Cruces, ésta si, en jurisdicción del actual Chinú.
Hablan también las citadas crónicas de riquísimas sepulturas indias de la región; la forma triangular de sus pueblos, la bella orfebrería, los cacicazgos masculinos y femeninos; las creencias animistas; costumbres, prácticas, vestidos, deidades, lenguaje, la sexualidad y la siembra, la matrifocalidad de las familias.

La Cultura Zenú debió en todo caso, ser muy avanzada, si se juzga por los restos arqueológicos, y la calidad de su cerámica y la bella orfebrería, además de los impresionantes canales de riego y pesca y los camellones de siembra que dejaron sobre la cuenca del río Jegú en los caños de Rabón, Carate, Cuiba y San Matías, incluidos en el resguardo de Jegua.

Chinú, fue centro artesanal importantísimo en la rama de la cerámica, que todavía se trabaja en el corregimiento de Flecha - Sevilla y en un sector del barrio denominado "Tiesto", en zona urbana, cerca. del polideportivo o parque de San Simón .

En cuanto a la matrifocalidad y la posición de la mujer en el aspecto social de los Zenúes, observemos las siguientes notas: "Las mujeres Zenúes ocupaban una posición social predominante, y parece que además disfrutaban de una libertad poco común; en las crónicas, incluso en la más temprana, se encuentran comentarios aquí y allá sobre ellas: "Son de las (más) hermosas y amorosas que yo he visto"; "gallardas y dispuestas" —Gordon citando los cronistas.
Posiblemente la cultura de los zenúes era sibarítica y femenina en gran medida"; Spinden, "The Archoeology of the Northern Andes"(l 939).

Muchos investigadores niegan la existencia por estos contornos del Finzenú, del Gran Señor de Takasuán o Gran Cacique Takasuán, —para entenderlo mejor—, por el contrario, se refieren con mucha frecuencia al Cacique Chanú, que otros también niegan, pues, se sabe con claridad histórica que aquí reinaba Tota.

Si nos atenemos a Fernández de Oviedo, citado por José Rosso G., en el trabajo "La Comunidad en la Sociedad Muisca", que hace parte de la recopilación publicada con el nombre de "Ensayos Marxistas sobre la Sociedad Chibcha" (pag.76), quien nos dice: "Aquí la tierra se divide en provincias y valles y cada señor y valle tienen el mismo nombre" ya que los pueblos aborígenes en América tenían antes de la Conquista, más o menos el mismo tipo de organización social, no se puede poner en duda la existencia del uno ni del otro: Takasuán tenía el mismo nombre que correspondía a su comarca, más si era una especie de sacerdote encargado de los oficios ceremoniales, y Chanú o Chenú, señor de Los Chenúes, podía ser posiblemente el marido de la cacica Tota; más aún si observamos que entre hombres y mujeres en estas tribus había una especie de equivalencia y no existía ningún tipo de superioridad por razones de sexo.

Recordemos que a Tota, hasta el hermano, cacique de otra provincia Zenú, le rendía pleitesía.

Para sustentar en parte, lo concerniente a la existencia de Takasuán y la región de Takasuán, leamos un aparte del libro de Fals Borda "Resistencia en el San Jorge" (pag. 61A y 61B): "Fue un gobernador de la provincia de Cartagena, el maestre de campo Benito de Figueroa y Barrantes, quien tomó la decisión de efectuar la nueva fundación de avanzada blanca en el Mexión. En 1669, un año después de su nombramiento como gobernador y luego de vencer las resistencias de los cabildos de Tolú y Mompox, escogió un sitio que pensó adecuado, al sureste de Sincé, donde hoy se encuentra el caserío de Carbonero (Municipio de Chinú), a unas seis leguas de la Ciénaga llamada de Doña Luisa y pueblo indio-zambo de Takasuán.

Aquí en Takasuán, había seguido funcionando subrepticiamente el templo de la deidad, mitad hombre, mitad mujer, Ninha-Thi, ahora disimulado en una burda capilla con techo de palma que visitaban con frecuencia, como una extensión de las fiestas de la Candelaria, los miembros de la cofradía de Jegua... La sabana de Carbonero es algo seca y estéril, pero el gobernador insistió y promovió la reunión de vecinos dispersos por allí... Esta fundación se realizó en Carbonero, vereda situada a seis leguas del actual sitio del pueblo. Por dificultades diversas no prosperó allí, hasta cuando el Teniente Antonio de la Torre y Miranda, en desarrollo de tareas de repoblamiento ordenadas por la corona española, hizo el traslado definitivo en 1775". (Antonio de la Torre y Miranda, Noticia individual de las poblaciones nuevamente fundadas en la provincia de Cartagena - Santa María, España, 1794).

La región del gran Señor de Takasuán era la parte ceremonial y funeraria del Finzenú.(Léase "El Ultimo Rito del Cocuyo" de Manuel Huertas Vergara, en la Revista AUDES No.6, Año 1982, pag.4, y Los Zenúes, pag.2 de la misma revista, tomada del libro Monografía de Sincé del Dr. Lorenzo Ulloa González).

Luis Striffler nos dice en su libro “El Río San Jorge”, escrito en 1880:
“El nombre de Takasuán es indio y parece significar “Ciénaga de los suanes”...Este último nombre es de un árbol muy frondoso de cuyas ramas cuelgan raíces que al principio se asemejan a una cabellera muy larga y que con el tiempo se convierte en troncos muy corpulentos. El SUAN es también muy lechoso, Y sus frutas son higos casi microscópicos que tienen el mismo sabor de los higos y son por consiguiente, comestibles...”.

De la revista Gaceta Cultural de Sabanas No.4, extractamos:
"EL RlTO DEL COCUYO" (fragmento):

El Cacique Takasuán (San Benito) entraba recubierto en polvo de oro a las aguas de cholen-Guichoa y hacía soltar en el plenilunio de mayo a miles de cocuyos heraldos para recibir a la Madre Luna que traía con su cara verde las primeras Iluvias"

En nuestro trasegar por la afirmación de nuestra identidad cultural, en mayo de 1984, fundaron conmigo El Grupo de Investigación, Arte y Literatura denominado "Grupo Takasuán" Jorge Otero Martínez, Gabriel Cruz Diaz, Milton Otero, Julio Ruiz
Miranda, Jorge Luis Otero Montiel, Reynel Díaz, Carmelo Ruíz Villadiego y otros amigos. El lema de distinción fue o es: Cultura-Ecología-Civismo, su símbolo, las águilas gemelas del Gran Cacique Takasuán y su órgano de difusión: el semanario Takasuán, que lleva hasta ahora 4 números publicados, por razones financieras.

Por guardar relación con el tema de la Conquista, finalicemos con la lectura de dos poemas refrescantes:

Hace siglos extraños personajes
con frágiles navíos de madera
anclaron aquí sobre la arena
y adoraron a Dios...

Gerónimo Osiris (Víctor Alvis).

1
Al principio eran salvajes
pero felices
nada les preocupaba entonces
La tierra, el cielo y el mar
les pertenecían
pero un día el mar los traicionó.

2
Cuando emergieron de las aguas
los nativos se sorprendieron
unos creyeron
que habían bajado del cielo
Otros
que eran productos del mar
y los menos
diablos expulsados del infierno
Resultó siendo verdad
lo que creyeron los menos

3
Desde la playa
las indias les mostraron las panochas
y un huracán de bestias
se estrelló sin freno en la manigua
Como diablos resueltos las corretearon
y muchos gritos de sexos taladrados
se escucharon
A los nueve meses
ya habían otros hombres en la playa

4
Aqui
Conquistador es un Don Juan
burlador de indias
aventurero
y pendenciero
armado hasta los dientes
chorreando sifilis por el falo

Jose Manuel Vergara Contreras
Libro: La Patria Boba.

Montería, Octubre 6 de 1992

Bibliografia:

B. Le Roy Gordon, EL SINU, Geografia Humana y Ecologia. Carlos Valencia Editores.
Revista AUDES Nos. •1 y 6
Gaceta Cultural de Sabanas No.4. Dirigida por Arq. Manuel Huertas Vergara
Orlando Fals Borda: RESlSTENClA EN EL SAN JORGE y RETORNO A LA TIERRA
Invcstigacian Individual. (Ruber Burgos Alvis)

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO.

Por Rúber Burgos Alvis.

Quizás sea un desafío para los sentimientos introducirse en la máquina del tiempo para buscar recuerdos sin que nos asalte la nostalgia. Es algo inevitable.

Empecemos por decir que a mediados de los años sesenta, si no nos falla la memoria, Claudio Naranjo Flórez (Machalo), un gran visionario para los negocios, que llevaba la música por dentro, asociado a un grupo de empresarios naturales, trajeron por primera vez a Chinú, con el propósito de inaugurar la incipiente caseta popular “El Tamarindo” la agrupación musical “Antolín Lenes y su Combo Orense”, con fama a cuestas y ostentando Disco de Oro, por sus recientes éxitos La Tabaquera, Sonia, La Aventurera y otros, vocalizados prodigiosamente por Lucy González y Carmen Bedoya (invidentes); números éstos que serían internacionalizados poco después por Cheo García con el respaldo de la orquesta Billo’s Caracas Boys, de la hermana república de Venezuela. Este sería el punto de partida en materia de espectáculos bailables.

Se entraría posteriormente a competir en las festividades novembrinas con la caseta Palacé, de Carlos Sierra. A Sincelejo llegaría la Mataecaña, cuyo animador oficial era el inconfundible Sady Rojas. Era la época de apogeo de Alfredo Gutierrez, Lucho Bermúdez, Pacho Galán, Pello Torres, La Casino Tropical, Lisandro Meza, Calixto Ochoa, Los Corraleros de Majagual, Los Graduados del loco Gustavo Quintero, Aniceto Molina, Rubén Darío Salcedo, William Molina, Julio de la Ossa, y la Armonía San Rafael de Chinú, también recién premiada con Disco de Oro

II

A principios de 1971, en trance de empresarios novatos del espectáculo, constituiríamos con mi hermano Fredy, y el respaldo financiero del Club Gallístico – Caseta El Tamarindo, la firma, “Organización Hermanos Burgos Alvis”.

La Primera Feria Regional del Gallo Fino estuvo amenizada por Toño Fernández y Los Gaiteros de San Jacinto, los más auténticos juglares de las antiguas sabanas de Bolívar, quienes ya contaban en su haber con una gira realizada por la Unión Soviética y varios países europeos, con el Ballet Folklórico de Delia Zapata, en compañía de su hermano Manuel Zapata Olivella, médico, escritor y antropólogo de reconocido prestigio.

La fiesta patronal del 24 de octubre contó con la presencia de Aníbal Velásquez y su conjunto, la Banda Armonía San Rafael y el Negrito Enrique Díaz, el del Rico Cují, en piqueria improvisada con Rúgero Suárez.

Aníbal, “El Mago del Acordeón” como le llamara Luis Enrique Martínez, volvería nuevamente el 22 de noviembre de 1971, con su hermano José Velásquez (Cheíto); Juan Bautista Serrano (El Pato) en la batería; Fabriciana Meriño (Faby), única mujer interprete del acordeón en ese entonces, oriunda de El Molino, departamento del Cesár.

III

Más adelante, otros empresarios contratarían a Alfredo Gutiérrez, Los Betos, Los Hermanos Zuleta.

En 1974, Jairo Fuenmayor traería a Pedro García y Los Cañahuateros a la Caseta Vendaval, cuyo nombre fue tomado de una telenovela donde actuaba el samario Franky Linero, como Míster Strange, referente a los sucesos de la zona bananera, que copaba sintonía en ese entonces.

Creemos necesario contar estos antecedentes a las presentes generaciones, pues de cualquier manera fueron incidiendo en la dinámica social de nuestras costumbres y ambientando nuevas posibilidades, hasta llegar en 1984, con ocasión de los 450 años, a la fundación del Primer Encuentro de Acordeoneros y Compositores, que en este año 2002, consolidado como uno de los mejores festivales de Colombia, llega a su XIX versión, dedicada al Departamento de Córdoba en su 50 Aniversario.

Este año, el festival ha querido abrir un amplio espacio para hacerle un merecido reconocimiento a Aníbal Velásquez Hurtado y su conjunto, un artista y una agrupación que están metidos desde hace mucho tiempo en el corazón de los chinuanos, quienes con su abundante repertorio de canciones han divertido por más de 45 años a numerosos públicos del país y el exterior.

IV
EVOCACIONES.
A manera de ritual, hagamos un ejercicio de evocación: Han pasado más o menos seis lustros. Estaríamos cruzando el umbral de los 20 años. Era noviembre y había fiesta de toros en el pueblo. Eramos idealistas y románticos. Con la sensibilidad a flor de piel. Un tropel incontenible se desparramaba en los alrededores de la plaza. El cielo estaba diáfano y azul, sin embargo, se percibían brisas de lluvia. El sol brillante anunciaba un día seco. Apenas envidiable para la faena de la tarde. No obstante, el mayor interés de la gente se centraba en el programa nocturno en la caseta. No había por qué extrañarse. Volvía Aníbal Velásquez, que a decir verdad se convirtió desde su primera presentación en un ídolo indiscutible para los lugareños. Su dominio y el de Faby en la digitación del acordeón eran innegablemente magistrales; el Pato Serrano era un baterista endemoniado, la vocalización de Cheíto Velásquez y en fin, toda la armonía y la sincronía del grupo habían cautivado al público, contaban con verdaderos seguidores. La amplificación de sonido: una especialidad. Estrenaba su tan anunciada “Acordeón – Voz”, traída del país del sol naciente, con la última tecnología japonesa y un teclado electrónico, en un escenario excepcional: La Caseta “El Tamarindo” (instalaciones del actual Colegio Juan Jacobo Rousseau). El arribo, en horas del mediodía, de una buseta de lujo de Empresa La Costeña, hizo vibrar de contento a todo el mundo. Llegaba procedente de La Arenosa. El gentío se olvidó de los toros y siguió a los artistas hasta el Hotel y Restaurante Roma, el mejor del momento, de los sinceanos Héctor y Jairo Fuenmayor, parientes cercanos de Alfonso y José Félix, los del célebre Grupo “La Cueva” de Barranquilla, que acompañó a García Márquez en sus inicios de escritor. Como era de esperarse, por la noche la caseta se llenó a reventar. Las parejas apretujadas se transmitían la voz del corazón bajo el éxtasis hechizante del amor con su mejor repertorio de canciones. Entre ellas: Felicidad, Rondando Tu Esquina, Hace Tiempo, Navidad, Faltan Cinco Pa’ Las Doce, La Vieja Cachiporra, El Perro Zapato Blanco, Guaracha en España, El Turco Perro... y otras, que nos hipnotizaron hasta la madrugada del 23 de noviembre, fecha en que Faby se fue al cielo en un absurdo accidente acaecido en Loma de Piedra, sitio empinado, lleno de curvas peligrosas, muy cerca de Turbaco, llegando a Cartagena. Todavía nos está doliendo su partida...(!).
Chinú, octubre 21 de 2002.

Pie de foto
José Velásquez, Anibal D’ Luys Polo y Faby Meriño (q.e.p.d.) primera mujer acordeonista, oriunda de El Molino – Cesár. Hacía parte de la agrupación de Aníbal Velásquez. Faby pereció el 23 de noviembre de 1971en un absurdo accidente.

De derecha a izquierda, Aníbal Velásquez, en pleno apogeo de su carrera artística, 1971. acompañado de Enrique Díaz, quien sostuvo una larga piquería con Rúgero Suárez. Fredy y Rúber, empresarios de la organización Hermanos Burgos Alvis. Tarima Caseta el Tamarindo.


De izquierda a derecha, Faby Meriño y Amparo Quiceno en un debut especial en la presentación de Aníbal Velásquez. 1971.


El magistral Toño Fernández, Mañe Serpa, Juan Lara y Catalino Parra,Nicolás Hernández, integrantes de Los Gaiteros de San Jacinto, amenizando la primera concentración gallística en el Club El Tamarindo de Chinú, en compañía del empresario de espectáculos Rúber Burgos Alvis. 1971.

Banda Armonía San Rafael de Chinú 1952. De pie: Héctor Bettín, Guillermo Vélez, Antonio Mendoza, Gregorio Arnedo, Pedro Arrieta, Miguel A. Moscote. Sentados: Guillermo Arcón, Rafael Nassiff (Zaléh), Leovigildo Díaz, Manuel (mane) Naranjo, José Simanca y Miguel Simón Naranjo (yaye). Esta banda fue partícipe de todas las presentaciones, alternando con todos los conjuntos que arribaban a Chinú, entre ellos Aníbal Velásquez, Alfredo Gutiérrez, entre otros. Alcanzaron disco de oro Phillips. Foto reproducida por Néstor Callejas Vega. Foto Estudio Centro.

El anterior material gráfico fue cedido por Rúber Búrgos Alvis.

EL MUNDO DE LAS CORRALEJAS

EL MUNDO DE LAS CORRALEJAS
Por Rúber Burgos Alvis

Finalizaron las corralejas en Garzones y las celebraciones enerinas de Sincelejo, y con ellas el 20 de enero de este año.

Por esto y por otras razones creo propicio recomendar a los monterianos, sincelejanos, cordobeses y costeños leer el libro de Juan Santana Vega EL MUNDO DE LAS CORRALEJAS a fin de que se formen una idea bastante aproximada acerca del ambiente enigmático, contradictorio, exótico y fantasmagórico de las corralejas, muy ligadas a nuestras costumbres y tradiciones.

El tema ha sido ampliamente discutido, pero la evolución histórica exige insistir una y otra vez en su análisis. Hay variedad de opiniones, concepciones, criterios; diversidad de intereses y razones, verdaderas o falsas , que tienden a justificar, defender, desvirtuar o terminar de una vez por todas con el espectro de estas fiestas.

No cabe la menor duda de que estos festejos ruidosos con algún ingrediente de folclor se han ido desdibujando y diluyendo con el paso del tiempo, que acarrea un cambio de mentalidad colectiva, un cambio de costumbres, hasta perder su carácter y sentido primigenio, que de una u otra manera le daban un toque de originalidad y autenticidad.

Con base en esa pretendida originalidad y autenticidad muchos han querido asegurar su continuidad y permanencia.

Es mentira de toda falsedad que perpetúan y afirman nuestra identidad, porque identidad es otra cosa.

Por los lares de las corralejas y en las aceras de sus cercos humanos merodean en las mañanas desiertas fantasmas zorombáticos que deambulan sin norte , después de resistir el uso, el abuso y el desuso que los reduce a la degradación y a la miseria... Los gananciosos son otros.

De ese deplorable estado de postración no se excluyen ni se salvan manteros, prostitutas, garrocheros, mancebos ni meretrices de cantina., ni ser humano que ceda a las tentaciones sin principio ni fin de ese submundo de los bajos fondos.

Toda esa barahúnda humana se revuelve y se revuelca en los rescoldos y en las ilusiones inciertas del amor y la esperanza. Todas esas pasiones revueltas giran trasnochadas en el vértigo denso de humosas madrugadas glaciales que calan los huesos de los espantajos itinerantes de las corralejas , que se alebrestan con los efectos alucinantes del alcohol y las drogas, y del mágico estímulo melódico y penetrante de bandas y acordeones, hasta transformarse en desveladas marionetas y en fantasmas insomnes, con sus pasos perdidos, con sus huellas borradas y el destino confundido en la maraña imbricada de la estupidez.

Allí, en esos escenarios dramáticos, quienes pierden los indicios de su trayectoria vital, quienes se embarcan en los carruseles de la incertidumbre, quienes se sumergen en el amasijo ilusorio de las seudocorralejas de la modernidad y del mercantilismo, se arriesgan a quedar negados para siempre en su individualidad... y en su ser.

Y no se piense que Juan Santana Vega, autor de EL MUNDO DE LAS CORRALEJAS, es un ser taciturno, trágico o melodramático.

Es todo lo contrario, Juancho, como le decimos los amigos, es irónico, sarcástico, mordaz, propietario de una sagacidad sin límites. Siempre está en disposición de despellejar a sus semejantes con una navaja de doble filo. Punzante como un estilete de tuareg... y es capaz de diseccionar un caballo o una tortuga carey si se le confía un bisturí.

Por eso quizás, se atreve a tocar en su libro situaciones y aspectos que otros esconden por temor. De verdad: EL MUNDO DE LAS CORRALEJAS es un libro revelador. En el universo de Santana Vega viven esos fantasmas de las corralejas y su mundo enigmático., los mitos vivientes de prostitutas y manteros., los fandangos y los toros famosos como el Chivo Mono y El Balay... El Barraquete, El Camarrenga y El Tapaetusa.

En su introducción nos cuenta el autor, con un dejo de nostalgia, que siendo apenas un niño de diez años...”cuando las corralejas seguían siendo vírgenes y no habían caído del todo en el mercantilismo”, su ser no era sino... “una exagerada curiosidad por saber de las vivencias de uno de los espectáculos más populares que cada año se realizan en los pueblos de la costa”...pero, que esos sentimientos de su infancia le duraron muy poco cuando vio por primera vez la “imagen purpúrea de un herido” y el “círculo de soledad” de un toro abandonado a su suerte, al que recuerda imponente y altivo...Era un animal hosco, fiero, y con lunares cenicientos en las ancas.

Pero es mejor adquirir y leer el libro, que fue escrito a fuerza de investigación y experiencias. Muy bien documentado e ilustrado con insólitas fotografías y otros recursos gráficos. Su edición estuvo a cargo de GRÁFICAS CORSA LTDA, de Germán Correa Sálleg, en febrero de 1986.

Por algo Juan Santana Vega se ha ganado el merecido y reputado nombre de “El Heminway del Sinú”, a pesar de que él dice con modestia que es...”un novato en estas vainas de la historia nuestra...” (!)

Montería, a orillas del Sinú feraz, enero 2l/27 de 1993.

—o—

Nota leída en la Sección Cultural del Programa 4ª.Opinión-Emisión Nº38-Miércoles 27 de enero de 1993, por Radio Panzenú y en el IX Festival de Literatura de Córdoba, en Cereté, diciembre 8 de 2001.
—o—

P.D. En la columna 4ª.Opinión-ORIENTACION CRITICA del Semanario PODER COSTEÑO-Página 4-Montería, diciembre 19 de 1992, fue publicada la siguiente nota: “EL MUNDO DE LAS CORRALEJAS- Nos comentó José Luis Garcés que el “best-seller” de Juancho Santana aparece citado como bibliografía de consulta en unas prestigiosas revistas españolas y mexicanas y que su autor las ha sudado debajo del brazo mostrándoselas a sus amigos...(?)”.

CASA DE LA CULTURA DE CHINÚ CREA PREMIO LITERARIO ORO DE GUACA

EN CHINÚ LA CASA DE LA CULTURA CREA PREMIO LITERARIO.
Por RUBER BURGOS ALVIS
Especial para El Universal .

El Grupo Takasuán y la Casa de la Cultura, en asocio del Colegio San Francisco de Asis y Colcarmen, han dado un paso importante para que las nuevas tendencias narrativas prosperen, en un lugar donde la actividad literaria es muy escasa.

Sabido es que desde hace largo rato, por falta de motivación y otras causas diversas, se ha perdido el interés por estas lides, en un pueblo con amplia y reconocida tradición cultural. Principalmente, en los establecimientos de enseñanza media.

Este certamen, que aspiramos institucionalizar anualmente, con carácter regional, viene a llenar un vacío impuesto por la rutina, la desinformación y la desorientación, que nos han conducido sin remedio a una obligada modorra, de la cual debemos sacudirnos y despertar para evitar cocinarnos en nuestra propia salsa y dejar de ser unos pobres seres perdidos sin brújula y sin horizontes definidos. Es hora de asumir esta responsabilidad.

Las modalidades de estas expresiones son, para comenzar, ensayo, cuento y poesía.

Los trabajo recibidos están siendo revisados por los jurados, entre los cuales se destacan José Luis Garcés, Soad Luis de Farah, José Manuel Vergara y Guillermo Valencia Salgado, escritores y poetas cordobeses de trayectoria y solvencia, con lo cual queremos darle seriedad, relievancia y estabilidad a este concurso.

La ceremonia de premiación se estará llevando a cabo dentro del marco de una velada cultural programada para el viernes 5 de junio del cursante año, en los escenarios del Colegio Nuestra Señora del Carmen, con asistencia de los jurados.

Por qué Oro de Guaca...?

Oro de Guaca es el nombre de la obra cumbre del poeta chinuano Luis Felipe Pineda Olascoaga, prologada por Rafael Maya y comentada por José Umaña Bernal, quien lo llamaba “El Píndaro de Bolivar”. Y porque, en sentido metafórico, no puede ni debe extrañarnos, sin pretendidas ínfulas, que en las nuevas generaciones, con solo escarbar a flor de tierra, logremos descubrir algún talento, que, literariamente hablando, resplandezca como una verdadera joya de dieciocho kilates, como el oro de guaca.


ACTIVIDAD CULTURAL EN CHINÚ.
La Casa de la Cultura del Municipio de Chinú, dentro de sus actividades para el presente año ha creado un importante premio literario, que tiene como objetivo incentivar las cualidades literarias de los jóvenes de esta región del departamento de Córdoba y de la región en general.

lunes, 15 de agosto de 2011

EDITORIAL(*)
FESTIVALES E IDENTIDAD CULTURAL
Por: Rúber Burgos Alvis.
Especial para EL UNIVERSAL


Han pasado veinte años desde aquél 20 de octubre de 1984, fecha del I FESTIVAL DE LA CANCIÓN Y ACORDEONEROS 450 AÑOS DE CHINÚ. Frescos aún en la memoria imágenes y recuerdos. “... No es fácil chicotear el tiempo, comprimir la historia y contarla en segmentos”, aseverábamos diez años atrás. Pero no puede ser de otra manera –decíamos-- . “Hay que intentarlo. Es necesario penetrar en los senderos escondidos del recuerdo. Recuperar imágenes y palabras. Recrear los hechos”. Diez o veinte años —efectivamente— no son muchos, pero sí suficientes para torcerle el rumbo a la vida, confirmamos hoy, cuando en el 2004 Chinú cumple 470 años de descubierto por Don Alonso de Heredia el 24 de octubre y el Festival llega a su vigésimo aniversario y a la versión XXI, oxigenado y fortalecido, con el nombre institucional de “FESTIVAL DE ACORDEONEROS Y COMPOSITORES” y con el eslogan: “Un reencuentro con Chinú”.

Es propicio el momento para hacer un balance por parte de actores y espectadores, centrado en los siguientes componentes:
1. Importancia y trascendencia del festival
2. Aprendizajes significativos o logros
3. Puntos críticos y propuestas

En el lapso transcurrido ha surgido en la región y en el país, y tomado fuerza, una encendida y apasionada polémica en torno a tendencias o escuelas musicales que debe resolverse, o por lo menos intentarse, de manera sana y conciliatoria.

Dicha controversia se inicia a partir del libro “VALLENATOLOGÍA” de Consuelo de Molina, publicado en 1973 y reeditado en 1978, en el cual clasifica, a su leal saber y entender tres escuelas: EL VALLENATO – VALLENATO, EL VALLENATO – BAJERO y EL VALLENATO SABANERO.

Sin querer terciar desde el principio en la discusión, para zanjar diferencias, de entrada transcribimos el siguiente párrafo de la nota de presentación: “Estas páginas no tienen pretensiones literarias ni intentan sentar cátedra sobre folclor ni crear dogmas acerca de la música vallenata, me he decidido hacerlas conocer por tres motivos para mí suficientes; PRIMERO: porque uno defiende siempre lo que más ama; SEGUNDO, porque la importancia y auge que tiene el vallenato actualmente no permiten mantenerlo más tiempo sin, por lo menos intentar una investigación sobre los orígenes, fundamentos y razones que lo crearon y lo mantienen; y TERCERO, porque después de permanecer largo tiempo investigando y reuniendo datos, pienso que no vale la pena dejarlos indefinidamente durmiendo en el cajón del olvido... Para que sirvan a otras personas más idóneas y mejor documentadas que los refuten y contradigan hasta cuando se haga luz total sobre la verdad completa de la música vallenata... Vallenatísimamente, Consuelo de Molina.”

Adolfo Pacheco Anillo, uno de los más grandes compositores de la costa del caribe colombiano aboga por el llamado “Vallenato Sabanero”, tipo de música de acordeón que se interpreta en lo que fue el antiguo departamento de Bolívar. El autor de El Mochuelo, El Viejo Miguel, La Hamaca Grande y otros éxitos plantea que la expresión musical “Vallenato Sabanero” lo que designa es una especie y no un género, como es lo que él llama “La Música de Acordeón”. Reconoce que la sabana ha asimilado mucho del vallenato auténtico y también ha hecho una gran contribución para que estas expresiones musicales en el acordeón le hayan dado la vuelta al mundo y hayan contribuido a la formación de la verdadera identidad costeña.

Ariel Castillo Mier, docente e investigador de la Universidad del Atlántico, en un ensayo titulado “CAMILO NAMEN: EL CANTO VALLENATO QUE SABE REIR” dice que “para los amantes, seguidores o la fanaticada del vallenato, en nuestros días distinguir la voz de un cantante o la rutina de un acordeonero se ha convertido en un problema casi insoluble: todos se parecen, se podrían intercambiar casi sin riesgos.”

Félix Carrillo Hinojosa, en un trabajo titulado: “EN QUÉ QUEDAMOS... ¿MÚSICA VALLENATA O DE ACORDEÓN” hace referencia a los aportes expresados por diversos autores en el libro “MOCHUELOS CANTORES DE LOS MONTES DE MARÍA LA ALTA” del filósofo san jacintero y profesor universitario Numas Armando Gil Olivera, en donde además de hacer un análisis sociológico de esa región caribeña, recoge los testimonios de dos creadores de la cultura musical colombiana como son: Adolfo Rafael Pacheco Anillo y Ramón Vargas Tapia (q.e.p.d.) más conocido como El Compadre Ramón”.

Finalizando su trabajo, Carrillo Hinojosa se va lanza en ristre en contra de Simón Martínez Ubárnez, Ariel Castillo Mier y el periodista Alfonso Hamburguer, autor del libro “EN COFRE DE PLATA”, reprochándoles algunas conjeturas.

Eduard Cortés Uparela en un correo electrónico dirigido desde Sahagún a “FLASH” (Edgar García Ochoa), un periodista de Colosó, con mucho prestigio en Barranquilla, hermano de Jorge García, refuta al periodista Daniel Samper Pizano y plantea que: “El vallenato sabanero no existe: existen la música sabanera y la música vallenata, con elementos y ritmos comunes, pero distintos en su ejecución”.

Humberto Mendieta, al leer el correo enviado a FLASH (quien se lo enseñó) escribió a Eduard Cortes: “No soy sabanero. Soy barranquillero, pero fundamentalmente costeño. Estoy de acuerdo contigo. El vallenato actual no aguanta mucho análisis ni juicios... los especialistas y folcloristas vallenatos andan avergonzados... pero más que una discusión de regiones y de origen .... es destacar a ese gran músico que es Adolfo Pacheco. “La Hamaca Grande es un himno”.

El historiador Julio Oñate Martínez, ratifica en su libro “EL ABC DEL VALLENATO” que “todo lo que se interpreta con el acordeón no es vallenato”.

Finalmente, como para cerrar la controversia, Adolfo Pacheco, en un extenso ensayo EN DEFENSA DEL VALLENATO SABANERO, titulado “ALEGRE SERENATA CON MÚSICA DE ACORDEÓN”, publicado en Lecturas Dominicales del diario EL TIEMPO, el 29 de abril de 2001, nos dice: “Pese a las pequeñas diferencias, juntos hemos construido un género musical que es orgullo de Colombia. Pero al contar la historia, la balanza, manejada por la prensa nacional, algunos estudiosos, expedientes y célebres escritores con muy pocas excepciones, han tenido la mala costumbre de inclinarse demasiado a un solo lado.”

El viernes 4 de noviembre de 1988, en el marco del V FESTIVAL DE ACORDEONEROS Y COMPOSITORES, se llevó a cabo a partir de las 9:00 de la mañana en las instalaciones del Colegio San Francisco de Asis, el FORO FESTIVALES E IDENTIDAD CULTURAL, organizado por la Casa de la Cultura de Chinú y la Oficina de Divulgación Cultural de Córdoba, dirigida por el investigador y sociólogo Víctor Negrete Barrrera, con el sano propósito de analizar los alcances de éste y otros eventos de la misma naturaleza que existían y existen en el departamento y la región, para difundir y afirmar las expresiones folclóricas del Caribe Colombiano.

Intervinieron allí, además de Negrete Barrera, quien habló de la necesidad de un Plan de Desarrollo Cultural, el Arquitecto e investigador sucreño Manuel Huertas Vergara (q.e.p.d.), que habló de Estrategias para conservar lo autóctono en los festivales; el médico sahagunense Carlos Buelvas Aldana, quien después sería Gobernador del Departamento de Córdoba, muy versado en asuntos relacionados con la música de acordeón; William Fortich Díaz, principal inspirador y fundador con otros del Festival del Porro en San Pelayo, habló acerca del papel de las bandas de música de viento; Guillermo Valencia Salgado (Compae Goyo) q.e.p.d., quien ofreció un recital y presentó su libro CÓRDOBA SU GENTE Y SU FOLCLOR. También los organizadores del certamen, del festival y el Grupo Takasuán.

Vemos este año con alborozo, que para el día sábado 30 de octubre está programado un Conversatorio Sobre La Importancia de la Música en el Concierto Nacional Y Regional a partir de las 10.00 am en la XXI versión del festival.

Proponemos nosotros que ese conversatorio lleve éste y los próximos años el nombre institucional de FESTIVALES E IDENTIDAD CULTURAL, que sirva como escenario para debatir sana y constructivamente todo lo relacionado con el tema, ventilar civilizadamente la polémica planteada acerca de si es vallenato o música de acordeón, invitar a investigadores reconocidos como los citados y seleccionar unos ponentes centrales especializados, dentro de unos ejes temáticos específicos sobre la materia, para situar en alto el nombre de Chinú y su Festival.

Decíamos al principio que es propicio el momento para hacer un balance acerca de la importancia y trascendencia del festival en sus 20 años de existencia. Pensamos y creemos que nadie más apropiado para hacerlo que sus protagonistas, opinión pública incluida.

Sin embargo, es oportuno reconocer que el festival, al margen de personas, errores y aciertos ha aportado valiosas experiencias, dimensionando a Chinú y sus moradores más allá del concierto regional y nacional, todo lo cual ha sido posible gracias al esfuerzo, consagración y tenacidad de quienes han hecho y hacen posible, año tras año, la celebración de uno de los mejores eventos en su género en el país.

Chinú, Septiembre 1 de 2004. (*) Revista XXI Festival de Acordeoneros y Compositores de Chinú.