NOTA DE PRESENTACIÓN / MIGUEL ROSENDO GARCÉS CABRALES:LA GESTA DE UN VISIONARIO
UN VALIOSO APORTE A LA INVESTIGACIÓN DE LA HISTORIA DEL SINÚ
Y LAS SABANAS.
“La fascinación
tropical del Sinú y la riqueza explotada surtieron su efecto: Strifller no volvió más a su
provincia de Alsacia… Tampoco regresaron
a Francia los hermanos Lacharme que le habían acompañado en la aventura del oro
del Higuerón… Se enamoraron de las riberas sinuanas de Misiguay… y fundaron la
gran hacienda Marta Magdalena en recuerdo de las hijas ausentes…” (Orlando Fals Borda, RETORNO A LA TIERRA, pág.
113A- Capítulo 5. Los Embrujos del Sinú).
Estoy disfrutando del milagro de tener en mis manos la
edición impresa del libro MIGUEL ROSENDO GARCÉS CABRALES: LA GESTA DE UN
VISIONARIO, Crónica ganadora del Premio Nacional de Literatura Manuel Zapata
Olivella 2014, entregado personalmente por su autora Miriam Castillo Mendoza y que recibo
con gratitud como un gesto de aprecio.
La edición del texto de 71 páginas fue auspiciada por la
Alcaldía del Municipio de Santa Cruz de Lorica, el Premio Nacional de
Literatura y el Observatorio Cultural Manuel Zapata Olivella.
La sola mención del nombre del protagonista, el escenario,
el momento y las circunstancias que lo rodearon pueden suscitar
controversia.
Su vida estuvo ligada indefectiblemente, de una u otra
manera, al desarrollo económico, urbanístico, arquitectónico y al devenir
político y social de Montería y la región. No pudo impedir sin embargo,
incursionar en el terreno de la leyenda.
II
Nos dice la autora en un aparte de la introducción del
texto: “…La presente crónica pretende
descifrar la curva de lo que fue la vida y ejecutorias de Miguel Rosendo Garcés
Cabrales, … rica
como desconocida, relevante y significativa… Una crónica sin prejuicios sobre sus multiples facetas… y sobre su camino de progreso gracias al cual desencadenó varios procesos que nos marcaron en Córdoba y en las sabanas del antiguo departamento de Bolivar…”.
como desconocida, relevante y significativa… Una crónica sin prejuicios sobre sus multiples facetas… y sobre su camino de progreso gracias al cual desencadenó varios procesos que nos marcaron en Córdoba y en las sabanas del antiguo departamento de Bolivar…”.
III
“… Don Rosendo, como se le llamaba –agrega la cronista- quien
del esplendor y la grandeza pasó a la desolación y al olvido, y de la riqueza a
la pobreza absoluta… creció y decayó como núcleo de su propia leyenda en las
tierras del Sinú…”.
IV
En el preámbulo del Ensayo titulado INCIDENCIAS DE LA GUERRA
DE LOS MIL DÍAS EN EL SINÚ, publicado el 8 de mayo de 2008 en el tercer número
del periódico cultural EL TÚNEL de
Montería, nos dice el escritor Juan Santana Vega, entre otras cosas, que: “… Para esa época, el entorno físico que mostraba el Sinú no había
variado sustancialmente del que había encontrado el geólogo francés Luis
Striffler medio siglo antes. Los pueblos con mayor grado de progreso eran
Lorica y Ciénaga de Oro, en el Medio y Bajo Sinú respectivamente.
La Montería
de entonces seguía siendo un poblacho que dormitaba su lánguida pesadez a la
orilla de un legendario río de aguas sosegadas y bermejas.El periodista Rafael Yances Pinedo la describe sesenta años después de la siguiente manera: "Montería era una triste aldea, sin desarrollo arquitectónico, cercada por un melancólico horizonte de mugidos. El poblado, de escasa vida mercantil, se adormecía con el relato de las transacciones pecuarias, y se inquietaba todavía con la presencia de barbudos franceses y rubios norteamericanos, encargados de la explotación de maderas y raíces silvestres" .
Las demás poblaciones de lo que después sería el departamento de Córdoba, eran caseríos, cuando no rancherías, levantados en los claros que salpicaban la selva inhóspita. (Hasta aquí Juan Santana Vega).
V
En la revista digital Montería Web, -una de las numerosas fuentes de consulta de la cronista en su riguroso trabajo de investigación- nos encontramos con el siguiente apunte:
Montería a Mitad del Siglo XX
Vapor el el río Sinú La mitad del Siglo XX fue un momento estelar para Montería. La pequeña ciudad, que aún conservaba el calificativo de "pintoresca" -como la llamara Luis Striffler en su visita de 1844-. se vió sacudida al ser convertida en la capital del naciente departamento de Córdoba. Por haber tenido el privilegio de conocer el Sinú en esa época, quiero dejar un recuerdo de ese lienzo de la historia local y del reflejo del mundo de los años 50s y 60s en la "Ciudad de las Bicicletas y de las Golondrinas". Lee las historias de la Montería de Mitad del Siglo XX... |
Con el sólo propósito de corroborar las cualidades de liderazgo del personaje escogido por la escritora y su participación como gestor, protagonista e iniciador de importantes transformaciones que tuvieron la ciudad de Montería, el Departamento de Córdoba y la región, nos permitimos mostrar un fragmento del texto titulado “Hundimiento de El Montelíbano”, tomado del libro CRÓNICAS Y ESTAMPAS DE MONTERÍA de Edgardo Puche Puche, publicado por Gerco Editores en 1998, que lo retrata de cuerpo entero en sus bríos de juventud y en sus rasgos de intrepidez emprendedora:
“Pasaron a bordo entre otros el joven Rosendo Garcés
que iba para su hacienda Currallao. Eligio del Castillo Dueñas que ya había
dejado el comercio por el río y ahora se dirigía a su hacienda No te canses.
Carmen Colón viuda de Silgado y dos de sus hijos, Luis Felipe y Eduardo.
También subieron Fernando Corena Avilez, comerciante y concejal de Montería. El
turco "Cabito Tabaco", comerciante de baratijas. Enrique Narváez
maestro de albañilería y constructor de las primeras casas de material en Río
Nuevo y Tierralta. Viajaron esa tarde los turcos César Tamer, Francisco Freja,
Fuad Hawasly, el cachaco Vicente Mejía y sus hijos Lucio y Antonio…
...A través del chump-chump, se
escuchó la campana. La máquina aceleró. Se pasó por la desembocadura del Caño
de Betancí. Una hora más tarde paró en Las Palomas. El barco también atracó en
Currallao. Allí bajaron Garcés y su carga.”.
VII
La Costa
Atlántica -en especial Córdoba, Magdalena y el Valle del Sinú- ha sido desde el
siglo XIX responsable de la producción de banano, algodón y ganado, actividades
que ayudaron al desarrollo de la economía de la región y del país.
Los nombres
de José Manuel González, Manuel Antonio Buelvas Cabrales, Andrés Guerra Dickson
y el general Manuel Burgos se han perdido en la historia, aunque gracias a
ellos la Costa Atlántica inició la explotación comercial de algunos de los
productos agropecuarios que han marcado su desarrollo durante años. El primero
descubrió el potencial exportador del Magdalena en banano, los dos segundos
iniciaron el negocio del algodón y el General Burgos cambió la ganadería de la
zona.
El primer
cultivo de algodón con fines comerciales en la Costa fue en 1946 en Córdoba,
gracias a Manuel Antonio Buelvas Cabrales y Andrés Guerra Dickson.
Ázael Negrette Babilonia, Luis Miguel y Carlos
Pardo García, Rosendo Garcés y César Navarro emularon la experiencia de los
anteriores y sembraron algodón. Amplias extensiones de tierra cercanas a
Montería fueron sembradas con la fibra, lo cual convirtió a esta pequeña ciudad
en el centro algodonero del país.
Estos datos
se encuentran registrados en un Especial
Comercial fechado 4/12/2006, titulado LOS PIONEROS DEL AGRO en la Revista
DINERO, edición digital.
VIII
Carlos
Pulgarín, Corresponsal de EL TIEMPO CARIBE, en Nota Periodística titulada DE
VILLA SOÑADA A CAPITAL OLVIDADA, aparecida el 1 de Mayo de 1999, a propósito
del aniversario 222 de la Capital del Departamento
de Córdoba, transcribe la siguiente apreciación del Escritor e Historiador
Edgardo Puche Puche, obtenida en una entrevista:
“…Montería, en la actualidad, no es la villa soñada en las ondas del raudo
Sinú.. , como reza el coro de su himno, pero sí es una urbe que avanza -con
crisis, sin trazado urbanístico y sin una industria próspera- sobre un valle
espléndido azul, de tierras fértiles en las que espera encontrar un futuro
mejor, que impulse la economía local, departamental y regional…” .Expresión esta (de hace 17 años) ,que ratifica con acierto el Corresponsal del diario capitalino cuando nos dice:
“… Bastó hacer un recorrido visual por las decenas de fotos de la Montería de ayer, que se exponían en la Cámara de Comercio de la ciudad, para entender por qué los abuelos aún añoran aquel pueblo tranquilo, de calles anchas y llenas de arena, donde la vida pasaba sin afán. Hoy primero de mayo, 222 años han transcurrido desde entonces y muchas cosas ya no son las mismas…” .
IX
Sin duda alguna, Miguel Rosendo Garcés, o don Rosendo
Garcés, como le decían en la comarca,… y como lo afirma y confirma en su libro
la Escritora Miriam Castillo Mendoza, fue protagonista e iniciador de muchas de
las transformaciones que ha tenido la ciudad, el Departamento y la Región…
entre ellas, las dos Torres Garcés de la calle 32, que se llevaron por delante
los recuerdos de BONANZA, un estadero familiar -no afamado cabaret- , que
incluía restaurante, discoteca y un área reservada para los encuentros, los romances furtivos y los amores prohibidos… no
propiamente “un templo de la pasión y la
lujuria”… como lo califica el periodista Toño Sánchez Jr… Mejor comparto el
criterio de Pedro Ghisays Chadid, quien un día le dijo en serio y en broma al
reconocido abogado y escritor Raymundo Berrocal Escobar que “Bonanza era una de
las sedes alternas del Club Montería”.
X
Todavía nos giran en la mente, casi disueltas, en momentos de evocaciones, algunas imágenes ondulantes y el eco de
sucesivas canciones que vivimos, bailamos y escuchamos en el seno de ese templo
de la añoranza y el recuerdo:
El amor de mi vida, Algo de mi, Perdóname, ¿Quieres ser mi
amante?, Melina, Si tu te vas, y otras
de Camilo Sesto; Candilejas de José Augusto y Charles Chaplin, Tania y el Caminante de Joe Arroyo y Fruko, El
Baion de Madrid de Nelson Henríquez , Amaneciendo de Adolfo Echeverría y un sinnúmero de Julio Iglesias, Roberto
Carlos, Elio Roca, y otros y otros, que
nos permitíamos en esos momentos de
extravíos ya lejanos, y que eran compatibles con nuestros sentimientos
locos y desenfrenados… En fin: “… Recordar es vivir… “
Chinú, viernes cultural, 22 de abril de 2016.
FOTO MYRIAM CASTILLO Y RÚBER BURGOS ALVIS ACTO LANZAMIENTO