GUSTAVO TATIS GUERRA:
PASIÓN POR EL CINE,
LA MÚSICA Y LA LITERATURA
Por RÚBER BURGOS ALVIS
“Como el país de las nubes
Así es mi corazón
Frágil
Fugaz
Transparente…”
GTG
(Poetas de Córdoba-Antología-1988)
Nada ni nadie define mejor a un poeta que sus
sentimientos.
Sus palabras son
reveladoras. Con ellas entrega el corazón en las manos. Desnuda el alma y se
muestra con todos sus destellos y colores. El
poeta es, como dice Gustavo, “Un niño que descubre estrellas en un aljibe de
agua que llora” y que ofrece su corazón “antes que vuele”.
Con esta premisa nos
atrevemos a decir que toda la obra periodística, poética y literaria de Gustavo
es transparente y reveladora de sus sentimientos y de su personalidad.
II
Al
momento de iniciar esta nota (Domingo 8 de octubre de 2006), cumpliendo con la
rutina de revisar los diarios, encuentro que Gustavo,
apasionado de la música, el cine y la poesía, acaba de escribir para EL
UNIVERSAL una excelente crónica periodística titulada “GIOVANNA MEZZOGIORNO
PERSEGUIDA POR LOS BUHOS”, en la que narra con magistralidad los miedos y
temores de la actriz italiana que encarna a Fermina Daza en la película EL AMOR
EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA que se filma por estos días en Cartagena, basada en
la novela de García Márquez, bajo la
dirección de Mike Newel… Miedos y
temores originados, naturalmente, en el impresionante ambiente macondiano donde
hierven bajo el sol del Caribe tenebrosas historias de fantasmas y de pájaros
de mal agüero “con ojos perversos y desolados”, según el decir de Salvo Basile,
quien hace el papel de Alcalde de Cartagena de Indias a principios del siglo
XX, en dicha cinta cinematográfica.
En el DOMINICAL de la misma
fecha se publica también la entrevista realizada por Gustavo al joven y
excéntrico escritor cartagenero Efraim Medina Reyes, nacido en 1967, uno de los
mejores narradores contemporáneos, traducido al italiano, francés, alemán,
portugués, autor de novelas como Érase una vez el Amor pero tuve que matarlo,
Técnicas de Masturbación entre Batman y Robin, Sexualidad de la Pantera Rosa,
que han sido celebrados por la crítica mundial.
En la entrevista titulada LA
IMAGINACIÓN DEL GIGANTE, Medina Reyes habla de la nueva edición de su libro de
cuentos CINEMA ÁRBOL con el cual ganó en 1995 el Premio Nacional de Literatura
COLCULTURA .
Despierta
la curiosidad que Gustavo resalte que su entrevistado no le pierde tiempo sino
a lo que ama: la vida, la música, el
cine, la literatura, por lo que no es extraño en él cumplir
diariamente el viejo ritual de llamar a su madre, beberse una cerveza, escuchar
a Israel “Cachao” López, a quién conoció en Barranquilla y lo sorprendió con su
vitalidad a los 85 años.
III
“Papá
se presentó una mañana a casa con una guitarra y dijo sin mucha ceremonia que
alguno de los siete hijos debía ser músico… Ninguno de nosotros
había visto una guitarra en casa y la primera tentación fue olerla… El deseo frustrado de ser músico persiguió
a papá toda la vida… Tenía dos músicos predilectos del Caribe colombiano
que lo hacían feliz: uno era Adolfo Mejía… otro era el pianista Horacio
Tarcisio Rojas… Tenía una devoción por la música de viento del Caribe y en
especial, de los porros de San Pelayo y los boleros antillanos. Sus favoritos
de Cuba eran Ernesto Lecuona y Barbarito Díez. Él nos arrulló en una mecedora
con danzones y boleros”.
Estos
apartes de su columna UN CUENTO CON GUITARRA aparecido el miércoles 21 de enero
de 2004 en El Universal, quizás nos den la clave de por qué Gustavo es un
amante incorregible de la música. Aficiones que combina con
el cine , el periodismo, la poesía y la literatura en grado summun. Sabemos que
al único a quien se le permite tocar la guitarra del maestro Sofronín Martínez
(Sofro) es a uno de sus hijos, quien heredó y realizó por fin el deseo
frustrado del abuelo, cumpliendo satisfactoriamente su designio.
IV
Necesariamente,
aún en contra de nuestra voluntad a veces, nos toca desempolvar montones de
papeles envejecidos para poder hilvanar las ideas en una nota de comentarios
como esta. En ocasiones recibimos la extraña bendición de nuestros dioses y
encontramos delicadas y enigmáticas joyas del recuerdo como la transcrita a
continuación, con fecha 9 de marzo de 1991 en los apartes
estrictamente requeridos, con el sólo propósito de establecer el contraste de
dos momentos enlazados entre sí. Su título es de por sí sugestivo: CARTAGENA,
UNA PELÍCULA SIN FILMAR. Léanse y obsérvense detenidamente: “Luego de 457 años
de sigilosa y heroica existencia, Cartagena de Indias es a estas alturas del
siglo XX, una película sin filmar… No le
han bastado treinta y un años de festivales cinematográficos gracias al vigía
obstinado que es Víctor Nieto Núñez, y treinta y seis películas del mundo
filmadas en la entraña misteriosa de la ciudad, para que por fin Cartagena de
Indias, no sea la convidada sino la reina coronada… En la ciudad todo
parece de mentiras, hasta los menúes que llevan el nombre de los piratas…
Víctor Nieto Núñez dice con cierto pesimismo que es difícil filmar una película
en Cartagena porque eso no se hace con cinco chivos, pero el reportero le dice
que el más difícil de los presupuestos humanos es el de la imaginación para
sobrellevar la vida misma… Entonces Nieto Núñez remata diciendo que nos ha
faltado presupuesto de imaginación para hacer una película enteramente
nuestra…”
En los últimos apartes se
lee: “Lo cierto es que Cartagena no tiene
su película… los mismos cartageneros que parecen transitar este mundo sin tanto
perendengue no encuentran a su ciudad natal en películas como QUEMADA, LA
MISIÓN, para citar dos de ellas… Sí, QUEMADA fue un hito, pero es de esos
hitos en los que la ciudad no se mira sino desde la ventana efímera de la
ilusión… Allí quedó el BAR QUEMADA de la
película con Marlon Brando (y Evaristo Márquez) y lo único verdadero y bello
ahora no es saber que allí estuvo sentado Marlon Brando reparándole el trasero
enorme y mitológico a una negra bantú, sino escuchar como un milagro a Zenelia
y a Sofronín Martínez, un negro que parece reencarnado de los nostálgicos
músicos de jazz de los años veinte… ¿Dónde la película de Cartagena, la de
los transeúntes que amanecen y anochecen en su propio embrujo… La Cartagena
de piedra, “una rosa de piedra en el Jardín del Caribe” que se llena de
enamorados vespertinos en las mismas murallas que antes fueron convocadas para
la muerte… Dónde la Cartagena de los fantasmas, la del cruce de vientos y
destinos, la del AMOR entre africanos y europeos, entre indios y blancos? ...”
Como caso curioso no aparece
registrado en el recorte de prensa el nombre del autor, pero no es difícil
adivinarlo. Creemos y nos atrevemos a afirmar que quince años después, por
fin, la película de Cartagena, la de los anhelos de Víctor Nieto Núñez es EL
AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, en la que parece sumergido Gustavo Tatis.
V
Casi al cerrar esta nota
(Viernes 13 de octubre de 2006) con verdadero asombro leo en EL UNIVERSAL un
cable de la AFP originado en Roma que dice: FALLECIÓ GUILLO PONTECORVO/ FILMÓ EN
CARTAGENA LA PELÍCULA “QUEMADA”, y en el desarrollo de la
sorpresiva noticia: “El director italiano Guillo Pontecorvo, ganador del León
de Oro en Venecia en 1966 con “La Batalla de Argel”, falleció anoche a la edad
de 86 años, anunció la agencia italiana ANSA… Nacido en 1919 en la ciudad
toscana de Pisa, Pontecorvo estudió química antes de orientarse al periodismo…
Pontecorvo está considerado uno de los cineastas italianos más importantes de
la postguerra. Estuvo nominado para los Oscar de Hollywood y dirigió al actor
norteamericano MARLON BRANDO en “QUEIMADA” (1971), rodada en Cartagena,
Colombia.”
Pero, coincidencia, hojeando
el diario EL TIEMPO del sábado 14 de octubre de 2006 encuentro: FALLECIÓ EL
CINEASTA AMIGO DE CARTAGENA/ GUILLO PONTECORVO LE PRESENTÓ LA HEROICA AL MUNDO
DEL CINE. Y en la nota: “Gracias a Quemada ahora se está filmando
El Amor en los tiempos del cólera”. Seguidamente: “Con esta frase, el
periodista y crítico de cine Alberto Duque López ilustra la importancia de la
huella cinematográfica que dejó el italiano Guillo Pontecorvo en Cartagena,
fallecido ayer en Roma a los 86 años”. Más adelante: “A pesar de que en
Cartagena se han filmado muchas películas, Quemada fue la que le presentó la
ciudad al mundo entero, como escenario ideal para el cine”, concluye Duque
López en el registro noticioso de El Tiempo.
No es fácil entender estas
coincidencias. Tal vez el espiral del tiempo en su devenir caprichoso y
circunstancial, en el que parecen abrirse y cerrarse los círculos, pueda
ofrecernos a medias una aproximación, pues no existen fórmulas racionales que
puedan explicarlo satisfactoriamente.
VI
En
su habitual columna de El Universal AL DÍA CON LA CULTURA en la que Gustavo
Tatis registra el acontecer cultural de la ciudad, la costa norte y el país, con
fecha 6 de mayo de 1989, se da cuenta del desarrollo de un ciclo literario en
la Universidad de Cartagena, centrado en la producción de la costa atlántica,
del cual subrayamos: “A las 5 de la
tarde, los integrantes del Taller Literario El Candil que dirige el profesor
Santiago Colorado leerán algunos de sus más recientes textos”… “El martes
16 de mayo, a las 5 de la tarde, en el Aula Máxima de la Facultad de Derecho, el escritor sucreño Roberto Montes Mathieu
dictará una conferencia sobre la narrativa en el Caribe… “Esta charla
recoge los principales aspectos de una amplia investigación que ha realizado el
escritor Montes y servirá para ambientar el proyecto que tiene la Universidad
de abrir un postgrado en Literatura del Caribe… “El Cuarto Bate” es uno de los cuentos más conocidos de Roberto Montes,
quien mantiene una producción constante en este género.”
-o-
Este
año de 2006 Gustavo Tatis Guerra y Leobardo Naranjo Álvarez son los
homenajeados en la XIV versión del Encuentro Nacional de Declamadores que se
realiza anualmente en el mes de diciembre en Chinú, Departamento de Córdoba. La
escogencia fue oficializada el 24 de septiembre anterior a través de un
pergamino entregado por la Corporación organizadora del evento, dentro de un
acto celebrado en Buenos Aires, una finca cercana a la población, cuyo ambiente
campestre la convierte en escenario ideal para la tertulia al aire libre, con
pringos de bohemia, que puede caber perfectamente en un lienzo de Grau, de
Obregón o de Milton Otero; o servir para que se desboquen en sus praderas y
sabanas los caballos encantados de Limberto Tarriba, un pintor enigmático de
Santa Cruz de Mompox, que se quedó atrapado para siempre en la magia de
Cartagena, donde se hizo célebre por usar unos bigotes espesos, una mochila
arhuaca terciada al hombro y un liqui liqui blanco con abarcas de tres puntás. Por
eso no pudieron faltar allí Adolfo Mejía, Sofronín Martínez, Ernesto Lecuona,
los porros de San Pelayo, los boleros antillanos, las estampas costumbristas
del Gran Goyo Valencia en la voz de Leobardo, los poemas declamados por Manuel
Medrano Barragán, el médico Emiro Castillo Torrente y el arrullo en una
mecedora de los danzones y boleros de Barbarito Díez y el Benny Moré, para
honrar la memoria y el deseo insatisfecho del inolvidable progenitor de
Gustavo, quién se encuentra en un elevado confín de la eternidad, observando
los logros felices de sus hijos.
Este
año, por casualidad otra vez o por virtud de los caprichos del tiempo, llegan a
Chinú, en calidad de jurados e invitados especiales, en el mes de diciembre,
los escritores Roberto Montes Mathieu, Albio Martínez Simanca, Andrés Elías
Flórez Brum, y una significativa constelación de
visitantes y amigos distinguidos a disfrutar de la poesía, la declamación, la
música y la hospitalidad de los chinuanos, que queremos ser otra vez sus
anfitriones.
VII
Gustavo Tatis, quien trabaja
en el diario El Universal desde hace unos 20 años, nació en Sahagún,
departamento de Córdoba. Uno de los fundadores del Grupo de Arte y Literatura
EL TÚNEL de Montería. Ha recibido importantes premios de periodismo, entre
ellos el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, 1992; nominado en tres
oportunidades a ese mismo premio en 1993, 1995 y 1997.Ganó en 2003 el Premio de
Periodismo “Álvaro Cepeda Samudio”; Premio Nacional de Literatura para Niños Comfamiliar
del Atlántico, con el cuento “Alejandro vino a salvar los peces” en 2002.
Ha publicado tres poemarios:
Conjuros del Navegante, 1988; El edén encendido, 1994; y Con el Perdón de los
Pájaros, 1996. Recientemente le fueron editados dos libros: La Ciudad
Amurallada (Crónicas de Cartagena de Indias) y Un Secreto Prodigioso, crónicas
y reportajes a nueve grandes creadores, conjuntamente con Juan Grisolle y
Faneth Serrano. Tiene inéditos una novela y un ensayo sobre la obra poética de
Luis Carlos López y Raúl Gómez Jattin.
En
2004 publicó su ensayo Bailaré sobre las Piedras Incendiadas, sobre Virginia
Woolf, escritora inglesa, motivado por un proyecto gigantesco de
la Editorial Panamericana que reúne, en una creativa propuesta de reseñas
biográficas a cien intelectuales autores, de la calidad de Jorge Luis Borges,
entre otros.
Manuel Lozano Pineda se
refirió a este libro en un extenso ensayo en El Universal Dominical del 14 de
noviembre de 2004, titulado: Gustavo Tatis tras las huellas de Virginia Woolf.
-o-
Cabe
anotar aquí que el 2 de octubre de 1996, invitado por su tía Gilda Guerra de
Revollo, con ocasión de las Bodas de Perla del Colegio Nuestra
Señora del Carmen de Chinú, tuvimos la oportunidad de asistir a la Conferencia LA LITERATURA ES UN MISTERIO GOZOSO,
que gentilmente ofreciera a estudiantes y profesores del plantel, en donde
además hizo la presentación del libro CON
EL PERDÓN DE LOS PÁJAROS, para ese entonces recién editado en Nueva York.
En junio de 2005 publica en
Ediciones Imagina la Antología de poesía
contemporánea OJO QUE VUELA.
-o-
En
la columna “Un día más” del diario EL HERALDO de Barranquilla (Martes 10 de
abril de 1990), el inolvidable maestro Germán Vargas Cantillo registra: “En
el primer concurso regional de cuento “Leopoldo Berdella” organizado por el
Centro Cultural Gallo Tapao y el Grupo Cultural de Los Martes, patrocinado por
Cerro Matoso S.A. de Montelíbano-Córdoba, el
jurado integrado por el novelista cordobés José Luis Garcés González, el
escritor huilense Isaías Peña Gutiérrez y el redactor de estas notas (Germán
Vargas Cantillo), acordó por unanimidad otorgar tres premios así: Primero al cuento “UNA PEQUEÑA NUBE
PASAJERA” del escritor sucreño (de Ovejas) Jairo Mercado Romero, residente
actualmente en Shanghai (China); el
segundo al joven narrador Clinton Ramírez de Ciénaga (Magdalena) por su cuento
“La mujer de la mecedora de mimbre”, y el tercero a otro joven escritor, el
cordobés (de Sahagún) Gustavo Tatis Guerra por “ESE RÍO QUE CRUZA POR MI
CUERPO”. El jurado también seleccionó
ocho cuentos, recomendando su publicación, dentro de los cuales están ESTEBANA,
por Gustavo Tatis Guerra; EL NENE OTERO por Andrés Elías Flórez; LA
NOCHE DEL CÓNDOR por Jairo Mercado Romero y DESEMPOLVANDO ADIOSES por Carmen
Victoria Muñoz.
-o-
Aflorando
tal vez su pasión por la música, más que su afición, se ha aplicado en los
últimos tiempos a la investigación y realización de entrevistas, reportajes y
crónicas con autores y personajes dedicados a la interpretación, arreglos o
composición musical, que entrega a sus lectores con bastante
frecuencia, de la misma manera que lo ha hecho con escritores, poetas,
periodistas o gente de cine; poniéndonos en contacto a través de ellas con Toño Fernández y Los Gaiteros de
San Jacinto, Adolfo Pacheco, Andrés Landero, Rafael Escalona o Leandro Díaz,
por citar algunos de ellos.
Y
para corroborar la afirmación hecha al principio, de que nadie define mejor a
un poeta que sus sentimientos y sus palabras, transcribimos
textualmente apartes de un texto de Gustavo que aparece en la nota de
contraportada de su libro de poemas CONJUROS
DEL NAVEGANTE, colección Lotería de Córdoba 1988, cuyo lanzamiento se
cumplió en la Cámara de Comercio de Montería, al cual asistimos, y tal
como lo registró en El Universal el periodista Darío J. Cogollo: “La historia del hombre es la historia del
corazón… Un hombre es apenas un árbol condenado a las estaciones del
asombro y la dicha y al dominio imprevisible e insoslayable del otoño”
Chinú, octubre 22 de 2006
Texto leído por el autor en el acto de homenaje a Gustavo
Tatis-Diciembre 10 de 2006.
Publicado en la Revista ORO
DE GUACA del XIV Encuentro Nacional de Declamadores – Diciembre 7 al10 de 2006.