jueves, 19 de septiembre de 2019

GUSTAVO TATIS GUERRA: PASIÓN POR EL CINE, LA MÚSICA Y LA LITERATURA Por RÚBER BURGOS ALVIS


GUSTAVO TATIS GUERRA:
 PASIÓN POR EL CINE, LA MÚSICA Y LA LITERATURA
Por RÚBER BURGOS ALVIS

“Como el país de las nubes
  Así es mi corazón
  Frágil
             Fugaz
                         Transparente…”
                                                    GTG
                                                     (Poetas de Córdoba-Antología-1988)
Nada ni nadie define mejor a un poeta que sus sentimientos.
Sus palabras son reveladoras. Con ellas entrega el corazón en las manos. Desnuda el alma y se muestra con todos sus destellos y colores. El poeta es, como dice Gustavo, “Un niño que descubre estrellas en un aljibe de agua que llora” y que ofrece su corazón “antes que vuele”.
Con esta premisa nos atrevemos a decir que toda la obra periodística, poética y literaria de Gustavo es transparente y reveladora de sus sentimientos y de su personalidad.
II
Al momento de iniciar esta nota (Domingo 8 de octubre de 2006), cumpliendo con la rutina de revisar los diarios, encuentro que Gustavo, apasionado de la música, el cine y la poesía, acaba de escribir para EL UNIVERSAL una excelente crónica periodística titulada “GIOVANNA MEZZOGIORNO PERSEGUIDA POR LOS BUHOS”, en la que narra con magistralidad los miedos y temores de la actriz italiana que encarna a Fermina Daza en la película EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA que se filma por estos días en Cartagena, basada en la novela de García Márquez,  bajo la dirección de Mike Newel… Miedos y temores originados, naturalmente, en el impresionante ambiente macondiano donde hierven bajo el sol del Caribe tenebrosas historias de fantasmas y de pájaros de mal agüero “con ojos perversos y desolados”, según el decir de Salvo Basile, quien hace el papel de Alcalde de Cartagena de Indias a principios del siglo XX, en dicha cinta cinematográfica.

En el DOMINICAL de la misma fecha se publica también la entrevista realizada por Gustavo al joven y excéntrico escritor cartagenero Efraim Medina Reyes, nacido en 1967, uno de los mejores narradores contemporáneos, traducido al italiano, francés, alemán, portugués, autor de novelas como Érase una vez el Amor pero tuve que matarlo, Técnicas de Masturbación entre Batman y Robin, Sexualidad de la Pantera Rosa, que han sido celebrados por la crítica mundial.
En la entrevista titulada LA IMAGINACIÓN DEL GIGANTE, Medina Reyes habla de la nueva edición de su libro de cuentos CINEMA ÁRBOL con el cual ganó en 1995 el Premio Nacional de Literatura COLCULTURA .
Despierta la curiosidad que Gustavo resalte que su entrevistado no le pierde tiempo sino a lo que ama:  la vida, la música, el cine, la literatura, por lo que no es extraño en él cumplir diariamente el viejo ritual de llamar a su madre, beberse una cerveza, escuchar a Israel “Cachao” López, a quién conoció en Barranquilla y lo sorprendió con su vitalidad a los 85 años.
III     
“Papá se presentó una mañana a casa con una guitarra y dijo sin mucha ceremonia que alguno de los siete hijos debía ser músico… Ninguno de nosotros había visto una guitarra en casa y la primera tentación fue olerla… El deseo frustrado de ser músico persiguió a papá toda la vida… Tenía dos músicos predilectos del Caribe colombiano que lo hacían feliz: uno era Adolfo Mejía… otro era el pianista Horacio Tarcisio Rojas… Tenía una devoción por la música de viento del Caribe y en especial, de los porros de San Pelayo y los boleros antillanos. Sus favoritos de Cuba eran Ernesto Lecuona y Barbarito Díez. Él nos arrulló en una mecedora con danzones y boleros”.
Estos apartes de su columna UN CUENTO CON GUITARRA aparecido el miércoles 21 de enero de 2004 en El Universal, quizás nos den la clave de por qué Gustavo es un amante incorregible de la música. Aficiones que combina con el cine , el periodismo, la poesía y la literatura en grado summun. Sabemos que al único a quien se le permite tocar la guitarra del maestro Sofronín Martínez (Sofro) es a uno de sus hijos, quien heredó y realizó por fin el deseo frustrado del abuelo, cumpliendo satisfactoriamente su designio.
IV
Necesariamente, aún en contra de nuestra voluntad a veces, nos toca desempolvar montones de papeles envejecidos para poder hilvanar las ideas en una nota de comentarios como esta. En ocasiones recibimos la extraña bendición de nuestros dioses y encontramos delicadas y enigmáticas joyas del recuerdo como la transcrita a continuación, con fecha 9 de marzo de 1991 en los apartes estrictamente requeridos, con el sólo propósito de establecer el contraste de dos momentos enlazados entre sí. Su título es de por sí sugestivo: CARTAGENA, UNA PELÍCULA SIN FILMAR. Léanse y obsérvense detenidamente: “Luego de 457 años de sigilosa y heroica existencia, Cartagena de Indias es a estas alturas del siglo XX, una película sin filmar… No le han bastado treinta y un años de festivales cinematográficos gracias al vigía obstinado que es Víctor Nieto Núñez, y treinta y seis películas del mundo filmadas en la entraña misteriosa de la ciudad, para que por fin Cartagena de Indias, no sea la convidada sino la reina coronada… En la ciudad todo parece de mentiras, hasta los menúes que llevan el nombre de los piratas… Víctor Nieto Núñez dice con cierto pesimismo que es difícil filmar una película en Cartagena porque eso no se hace con cinco chivos, pero el reportero le dice que el más difícil de los presupuestos humanos es el de la imaginación para sobrellevar la vida misma… Entonces Nieto Núñez remata diciendo que nos ha faltado presupuesto de imaginación para hacer una película enteramente nuestra…”
En los últimos apartes se lee: “Lo cierto es que Cartagena no tiene su película… los mismos cartageneros que parecen transitar este mundo sin tanto perendengue no encuentran a su ciudad natal en películas como QUEMADA, LA MISIÓN, para citar dos de ellas… Sí, QUEMADA fue un hito, pero es de esos hitos en los que la ciudad no se mira sino desde la ventana efímera de la ilusión… Allí quedó el BAR QUEMADA de la película con Marlon Brando (y Evaristo Márquez) y lo único verdadero y bello ahora no es saber que allí estuvo sentado Marlon Brando reparándole el trasero enorme y mitológico a una negra bantú, sino escuchar como un milagro a Zenelia y a Sofronín Martínez, un negro que parece reencarnado de los nostálgicos músicos de jazz de los años veinte… ¿Dónde la película de Cartagena, la de los transeúntes que amanecen y anochecen en su propio embrujo… La Cartagena de piedra, “una rosa de piedra en el Jardín del Caribe” que se llena de enamorados vespertinos en las mismas murallas que antes fueron convocadas para la muerte… Dónde la Cartagena de los fantasmas, la del cruce de vientos y destinos, la del AMOR entre africanos y europeos, entre indios y blancos? ...”
Como caso curioso no aparece registrado en el recorte de prensa el nombre del autor, pero no es difícil adivinarlo. Creemos y nos atrevemos a afirmar que quince años después, por fin, la película de Cartagena, la de los anhelos de Víctor Nieto Núñez es EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, en la que parece sumergido Gustavo Tatis.
V
Casi al cerrar esta nota (Viernes 13 de octubre de 2006) con verdadero asombro leo en EL UNIVERSAL un cable de la AFP originado en Roma que dice: FALLECIÓ GUILLO PONTECORVO/ FILMÓ EN CARTAGENA LA PELÍCULA “QUEMADA”, y en el desarrollo de la sorpresiva noticia: “El director italiano Guillo Pontecorvo, ganador del León de Oro en Venecia en 1966 con “La Batalla de Argel”, falleció anoche a la edad de 86 años, anunció la agencia italiana ANSA… Nacido en 1919 en la ciudad toscana de Pisa, Pontecorvo estudió química antes de orientarse al periodismo… Pontecorvo está considerado uno de los cineastas italianos más importantes de la postguerra. Estuvo nominado para los Oscar de Hollywood y dirigió al actor norteamericano MARLON BRANDO en “QUEIMADA” (1971), rodada en Cartagena, Colombia.”
Pero, coincidencia, hojeando el diario EL TIEMPO del sábado 14 de octubre de 2006 encuentro: FALLECIÓ EL CINEASTA AMIGO DE CARTAGENA/ GUILLO PONTECORVO LE PRESENTÓ LA HEROICA AL MUNDO DEL CINE. Y en la nota: “Gracias a Quemada ahora se está filmando El Amor en los tiempos del cólera”. Seguidamente: “Con esta frase, el periodista y crítico de cine Alberto Duque López ilustra la importancia de la huella cinematográfica que dejó el italiano Guillo Pontecorvo en Cartagena, fallecido ayer en Roma a los 86 años”. Más adelante: “A pesar de que en Cartagena se han filmado muchas películas, Quemada fue la que le presentó la ciudad al mundo entero, como escenario ideal para el cine”, concluye Duque López en el registro noticioso de El Tiempo.
No es fácil entender estas coincidencias. Tal vez el espiral del tiempo en su devenir caprichoso y circunstancial, en el que parecen abrirse y cerrarse los círculos, pueda ofrecernos a medias una aproximación, pues no existen fórmulas racionales que puedan explicarlo satisfactoriamente.
VI
En su habitual columna de El Universal AL DÍA CON LA CULTURA en la que Gustavo Tatis registra el acontecer cultural de la ciudad, la costa norte y el país, con fecha 6 de mayo de 1989, se da cuenta del desarrollo de un ciclo literario en la Universidad de Cartagena, centrado en la producción de la costa atlántica, del cual subrayamos: “A las 5 de la tarde, los integrantes del Taller Literario El Candil que dirige el profesor Santiago Colorado leerán algunos de sus más recientes textos”… “El martes 16 de mayo, a las 5 de la tarde, en el Aula Máxima de la Facultad de Derecho, el escritor sucreño Roberto Montes Mathieu dictará una conferencia sobre la narrativa en el Caribe… “Esta charla recoge los principales aspectos de una amplia investigación que ha realizado el escritor Montes y servirá para ambientar el proyecto que tiene la Universidad de abrir un postgrado en Literatura del Caribe… “El Cuarto Bate” es uno de los cuentos más conocidos de Roberto Montes, quien mantiene una producción constante en este género.” 
                                                  -o-
Este año de 2006 Gustavo Tatis Guerra y Leobardo Naranjo Álvarez son los homenajeados en la XIV versión del Encuentro Nacional de Declamadores que se realiza anualmente en el mes de diciembre en Chinú, Departamento de Córdoba. La escogencia fue oficializada el 24 de septiembre anterior a través de un pergamino entregado por la Corporación organizadora del evento, dentro de un acto celebrado en Buenos Aires, una finca cercana a la población, cuyo ambiente campestre la convierte en escenario ideal para la tertulia al aire libre, con pringos de bohemia, que puede caber perfectamente en un lienzo de Grau, de Obregón o de Milton Otero; o servir para que se desboquen en sus praderas y sabanas los caballos encantados de Limberto Tarriba, un pintor enigmático de Santa Cruz de Mompox, que se quedó atrapado para siempre en la magia de Cartagena, donde se hizo célebre por usar unos bigotes espesos, una mochila arhuaca terciada al hombro y un liqui liqui blanco con abarcas de tres puntás. Por eso no pudieron faltar allí Adolfo Mejía, Sofronín Martínez, Ernesto Lecuona, los porros de San Pelayo, los boleros antillanos, las estampas costumbristas del Gran Goyo Valencia en la voz de Leobardo, los poemas declamados por Manuel Medrano Barragán, el médico Emiro Castillo Torrente y el arrullo en una mecedora de los danzones y boleros de Barbarito Díez y el Benny Moré, para honrar la memoria y el deseo insatisfecho del inolvidable progenitor de Gustavo, quién se encuentra en un elevado confín de la eternidad, observando los logros felices de sus hijos.
Este año, por casualidad otra vez o por virtud de los caprichos del tiempo, llegan a Chinú, en calidad de jurados e invitados especiales, en el mes de diciembre, los escritores Roberto Montes Mathieu, Albio Martínez Simanca, Andrés Elías Flórez Brum, y una significativa constelación de visitantes y amigos distinguidos a disfrutar de la poesía, la declamación, la música y la hospitalidad de los chinuanos, que queremos ser otra vez sus anfitriones.
VII
Gustavo Tatis, quien trabaja en el diario El Universal desde hace unos 20 años, nació en Sahagún, departamento de Córdoba. Uno de los fundadores del Grupo de Arte y Literatura EL TÚNEL de Montería. Ha recibido importantes premios de periodismo, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, 1992; nominado en tres oportunidades a ese mismo premio en 1993, 1995 y 1997.Ganó en 2003 el Premio de Periodismo “Álvaro Cepeda Samudio”; Premio Nacional de Literatura para Niños Comfamiliar del Atlántico, con el cuento “Alejandro vino a salvar los peces” en 2002.
Ha publicado tres poemarios: Conjuros del Navegante, 1988; El edén encendido, 1994; y Con el Perdón de los Pájaros, 1996. Recientemente le fueron editados dos libros: La Ciudad Amurallada (Crónicas de Cartagena de Indias) y Un Secreto Prodigioso, crónicas y reportajes a nueve grandes creadores, conjuntamente con Juan Grisolle y Faneth Serrano. Tiene inéditos una novela y un ensayo sobre la obra poética de Luis Carlos López y Raúl Gómez Jattin.
En 2004 publicó su ensayo Bailaré sobre las Piedras Incendiadas, sobre Virginia Woolf, escritora inglesa, motivado por un proyecto gigantesco de la Editorial Panamericana que reúne, en una creativa propuesta de reseñas biográficas a cien intelectuales autores, de la calidad de Jorge Luis Borges, entre otros.
Manuel Lozano Pineda se refirió a este libro en un extenso ensayo en El Universal Dominical del 14 de noviembre de 2004, titulado: Gustavo Tatis tras las huellas de Virginia Woolf.
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Cabe anotar aquí que el 2 de octubre de 1996, invitado por su tía Gilda Guerra de Revollo, con ocasión de las Bodas de Perla del Colegio Nuestra Señora del Carmen de Chinú, tuvimos la oportunidad de asistir a la Conferencia LA LITERATURA ES UN MISTERIO GOZOSO, que gentilmente ofreciera a estudiantes y profesores del plantel, en donde además hizo la presentación del libro CON EL PERDÓN DE LOS PÁJAROS, para ese entonces recién editado en Nueva York.
En junio de 2005 publica en Ediciones Imagina la Antología de poesía contemporánea OJO QUE VUELA.
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En la columna “Un día más” del diario EL HERALDO de Barranquilla (Martes 10 de abril de 1990), el inolvidable maestro Germán Vargas Cantillo registra: “En el primer concurso regional de cuento “Leopoldo Berdella” organizado por el Centro Cultural Gallo Tapao y el Grupo Cultural de Los Martes, patrocinado por Cerro Matoso S.A. de Montelíbano-Córdoba, el jurado integrado por el novelista cordobés José Luis Garcés González, el escritor huilense Isaías Peña Gutiérrez y el redactor de estas notas (Germán Vargas Cantillo), acordó por unanimidad otorgar tres premios así: Primero al cuento “UNA PEQUEÑA NUBE PASAJERA” del escritor sucreño (de Ovejas) Jairo Mercado Romero, residente actualmente en Shanghai  (China); el segundo al joven narrador Clinton Ramírez de Ciénaga (Magdalena) por su cuento “La mujer de la mecedora de mimbre”, y el tercero a otro joven escritor, el cordobés (de Sahagún) Gustavo Tatis Guerra por “ESE RÍO QUE CRUZA POR MI CUERPO”. El jurado también seleccionó ocho cuentos, recomendando su publicación, dentro de los cuales están ESTEBANA, por Gustavo Tatis Guerra; EL NENE OTERO por Andrés Elías Flórez;   LA NOCHE DEL CÓNDOR por Jairo Mercado Romero y DESEMPOLVANDO ADIOSES por Carmen Victoria Muñoz.
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Aflorando tal vez su pasión por la música, más que su afición, se ha aplicado en los últimos tiempos a la investigación y realización de entrevistas, reportajes y crónicas con autores y personajes dedicados a la interpretación, arreglos o composición musical, que entrega a sus lectores con bastante frecuencia, de la misma manera que lo ha hecho con escritores, poetas, periodistas o gente de cine; poniéndonos en contacto a través de  ellas con Toño Fernández y Los Gaiteros de San Jacinto, Adolfo Pacheco, Andrés Landero, Rafael Escalona o Leandro Díaz, por citar algunos de ellos.
Y para corroborar la afirmación hecha al principio, de que nadie define mejor a un poeta que sus sentimientos y sus palabras, transcribimos textualmente apartes de un texto de Gustavo que aparece en la nota de contraportada de su libro de poemas CONJUROS DEL NAVEGANTE, colección Lotería de Córdoba 1988, cuyo lanzamiento se cumplió en la Cámara de Comercio de Montería, al cual asistimos, y   tal   como lo registró en El Universal el periodista Darío J. Cogollo: “La historia del hombre es la historia del corazón… Un hombre es apenas un árbol condenado a las estaciones del asombro y la dicha y al dominio imprevisible e insoslayable del otoño”
Chinú, octubre 22 de 2006
Texto leído por el autor en el acto de homenaje a Gustavo Tatis-Diciembre 10 de 2006.
Publicado en la Revista ORO DE GUACA del XIV Encuentro Nacional de Declamadores – Diciembre 7 al10 de 2006.