jueves, 11 de julio de 2019

"LA LLANURA OBSTINADA" LIBRO DE JOSÉ LUIS GARCÉS: EL MISTERIO ESTÁ EN NOSOTROS - EL UNIVERSAL DOMINICAL, Domingo 7 de mayo de 1989


EL MISTERIO ESTÁ EN NOSOTROS: “La Llanura Obstinada” - Libro de José Luis Garcés González

Por RÚBER BURGOS ALVIS
Grupo Takasuán

Cómo en la de todo hombre, en la vida de José Luis Garcés hay una mujer. Yo creo saber quién es.  A ella van dedicadas las palabras de Arturo Rimbaud que aparecen al principio del libro: “Es una hermosa ventaja que pueda reírme de los viejos amores mentirosos, y herir de vergüenza a esas parejas embusteras”.

También a esa misma mujer deben pertenecer las manos plagadas de odio que alcanzaron a incinerar las tres páginas del prólogo cuando intentaron quemar el manuscrito. Esa mujer es “la tristeza de un recuerdo”. De su propio recuerdo. Es su obstinación. Su llanura obstinada. Es Támara: Támara es la mujer…!

Alguna vez dijo Albert Camus: “Las obras de un hombre representan a menudo la historia de sus nostalgias o de sus tentaciones…”

II

La nueva novela de José Luis Garcés está escrita con fuerza, con palabras vitales, con palabras feraces, con frases e ideas firmes. Con pasión y amor. Con el sinsabor de una desilusión. Con el horizonte de una esperanza. Por eso no se arredra ni se da por vencido. Sigue en pie, con una fe inquebrantable, indestructible. Adelante.

La Llanura Obstinada

El texto: “Yan Llan. Ura: Uro. Antiguo toro del mal. Animal del remoto ancestro. Bestia de raíz oculta, capricho de cuernos”, una especie de mensaje cifrado que parte de la descomposición de la palabra llanura, puede traducirse como la bestia salvaje del sexo que lleva oculto el instinto milenario de la infidelidad por raíz atávica, que se manifiesta involuntariamente en el género Homo.

III

Se observa en el autor a través del libro el amplio conocimiento del ser humano con sus virtudes y defectos, sus veleidades. Tiene, en verdad, una aguda y penetrante capacidad analítica, intuición sicológica, olfato, lenguaje directo y crítica mordaz en su mayor parte. Sigue perfilándose como uno de los grandes. Está entre los elegidos.




IV

Nos topamos en la obra con personajes como el padre Bersal, un cura morboso, extorsionista y experimentado, conocedor de las íntimas urgencias fisiológicas de la mujer, que con sagacidad perversa logró atemorizar a Carmen, una niña desprevenida y medio inocente, que a sus trece años ya se masturbaba. Con cierta timidez frente al confesionario, algo aturdida por el asedio, sintió develado su secreto ante una pregunta capciosa cargada de malicia: “dígame, hija, ha hecho cosas puercas con su cuerpo”. Más grave para ella que desde los doce años, según dice: “descubrí que entre mi cosita, en la parte de arriba de mi cosita, había un botoncito sabroso”.

A más de los pasajes eróticos encontramos también dramas muy humanos, angustiosos, trágicos, existenciales.

V

Támara… A Támara, la mujer, la llanura obstinada, “ese misterio que juega con los espasmos de la llama”, la encontramos ya en La Efímera Inmortalidad de los Espejos, en Los Extraños Traen Mala Suerte, está presente a lo largo y ancho de la obra de Garcés; haciendo parte de su universo literario, de su mundo, de ese lugar mítico-real, situado en el trópico caliente y misterioso: San Jerónimo de Los Charcos.

VI

La novela consta de seis capítulos, se ve en ella el dominio de la técnica, el conocimiento del oficio. Está perfectamente estructurada. Cumple la sincronía de las obras maestras. Es novela y historia. Bien lo dice Carmen: “La vida es una novela, las novelas son historias, hechos de la vida real”.

Y José Luis es ante todo un contador de historias, escucha y escribe historias, cuenta historias, es un contador, un escribidor de historias: Un Escritor.

VII

El argumento, la trama, se desarrolla en cinco planos diferentes, separados, en cinco pedazos de historias personales que vienen a conformar una historia familiar una vez acoplados, sintetizados. Historias contadas por cinco narradores desde sus propios ángulos y sus puntos de vista, a través de capítulos. Casi no hay diálogos, más bien, monólogos.
Son, por decirlo así, cinco entrevistas, episodios, secuencias, confesiones, como se prefiera, en estrecha concordancia, en preciso ensamblaje.

Son cinco los personajes centrales. Támara, la Patricia, la Madre, el Viejo y la Culona. La Culona...?
Y Carmen…? Carmen, la empleada del servicio. Será el mismo personaje de Carmen Ya Iniciada?. Tiene mucho parecido, pero, se observan algunas diferencias. La de Carmen, aquí, en La Llanura Obstinada, es una historia superpuesta. Una microhistoria, una historia dentro de otra historia, o de otras historias.

VIII

En el capítulo VI el autor cierra la narración de la historia, une los puntos de coincidencia. Puntos exactos, precisos. Hace abstracción.

Y, en el capítulo V, al final, a través del Viejo, concluye: “Por mi parte, volveré a Marcial Lafuente Estefanía. Mañana iré donde el chino Eliécer y recogeré la lectura del fin de semana. Él,  siempre, me guarda los sábados una remesa suficiente”.

Sí, es él, no se extrañe: el librero de la Agáchate, el que está en el andén de Avianca, en la 30 y 31 con Primera Avenue, al lado de la Heladería San Francisco, a quién tenemos mucho que agradecerle los librómanos de Córdoba por su gran servicio. Una buena manera de inmortalizarlo, de perpetuarlo, de hacerle justicia. Para eso debe servir también la literatura.

En definitiva, es una obra de gran calidad literaria. Léala. Está editada por Gráficas Corsa y hace parte de la Colección de Lotería de Córdoba, con asesoría de la Junta Regional de Cultura. La portada es del pintor, periodista y caricaturista Jorge Otero Martínez.

A continuación, una cita de Jorge Luis Borges, que se encuentra en el libro:

“Usted, un historiador, un meditativo, sabe mejor que yo que el misterio está en nosotros mismos, no en las palabras”.


Publicado en El Universal Dominical, Cartagena, domingo 7 de mayo de 1989

 También se publicó en el Diario El Universal - Sección de Córdoba, el miércoles 22 de marzo de 1989, con el título “LA TRISTEZA DE UN RECUERDO:  LA DE SU PROPIO RECUERDO.




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