domingo, 28 de agosto de 2011

LUIS FELIPE PINEDA OLASCOAGA: EL POETA MAYOR DE CHINÚ

LUIS FELIPE PINEDA EL POETA MAYOR DE CHINÚ.
Por RUBER BURGOS ALVIS.

Chinú tiene tradición literaria y Luis Felipe Pineda es su poeta mayor.

El poeta Pineda es reconocido en el panorama nacional como poeta, escritor, periodista y político. “Luis Felipe Pineda es un caso de político culto, y de parlamentario amigo de los libros”, dijo de él Rafael Maya en el prólogo de su libro “Oro de Guaca”... “Quienes lo conocemos en la intimidad —agregaba el crítico—, podemos afirmar que la predisposición lírica es lo fundamental de su espíritu, por más que la política, el parlamento y el periodismo parezcan acaparar lo mejor de sus actividades públicas... Luis Felipe Pineda es un temperamento poético de indiscutible vibración...”

No obstante, como político también brilló con luz propia. No es gratuito que en 1934, Alfonso López Pumarejo, en su primera presidencia, le manifestara con honda preocupación, en reunión privada, al entonces presidente de la Cámara de Representantes, Luis Felipe Pineda, que: “si el Congreso no se decide a trabajar, se clausurará el próximo 16 de noviembre” Por ese entonces, el mandatario de los colombianos se mostraba pesimista en el resultado de las labores en virtud de la prolongada pérdida de tiempo en cada una de sesiones por exceso de intervenciones políticas. También por esos días, el escritor y político venezolano Rómulo Gallegos, autor de Doña Bárbara, publicaba su obra Cantaclaro, creando gran expectativa en Bogotá y Colombia. Según registros noticiosos del Diario El Tiempo. Por supuesto que el poeta Pineda, amante de estas inquietudes intelectuales, estaba pendiente de estas novedades literarias, sin dejar de cumplir a cabalidad con el compromiso nacional que le deparaba la actividad política, pues, en su ejercicio, actuaba de conformidad con el principio aristotélico que consagra que: “Las buenas formas de gobierno son aquellas en que una sola persona, unas cuantas o muchas, gobiernan con la vista puesta en el interés común”.

A Luis Felipe Pineda lo definió Rafael Maya como “poeta americano a secas, con olor de monte y morbidez de cáscara madura”.

Don Ramón Vinyes, quien figura en la Enciclopedia ESPASA, tutor del famoso grupo de Barranquilla e inmortalizado por García Márquez como El Sabio Catalán en su novela Cien Años de Soledad, le dedicó un acertado e interesante comentario al poeta Pineda y su libro Oro de Guaca en su columna Reloj de Torre, en El Heraldo de Barranquilla el 5 de noviembre de 1940. Don Ramón Vinyes nos informa que: “Luis Felipe Pineda suscribió en Antena, una revista barranquillera de la época, la idea de coronar al poeta costeño Miguel Moreno Alba”.

En la misma revista Antena se publicó en 1943 un poema suyo titulado Conchita Cintrón, dedicado a Donaldo Cabrales. Algún crítico le llamó “El Píndaro de Bolívar”.

A las nuevas generaciones hay que precisarles que Luis Felipe Pineda nació en Chinú el 18 de mayo de 1891 y falleció en Cartagena de Indias el 20 de agosto de 1961. (hace 35 años).

Del libro Quién es quien en Colombia y de la biografía que el extinto Gabriel Cruz Díaz publicara en la revista Tribuna No.1 de 1993, tomamos los siguientes datos:

“Hijo de Don Bonifacio Pineda y Teresa Olascoaga: con estudios primarios en el Liceo Chinú. Casado en primeras nupcias con Ana Carmela Pineda y después de enviudar, con una hermana de ésta, de nombre Josefina. Su obra cumbre Oro de Guaca (1936) ha sido la más divulgada. Publicó también Primicias (1910), Isla de Oro (1912). Al fallecer dejó inédito un libro de poesías titulado Melodías de Otoño; y dos hijos: Luis Felipe y Alba. Fue director de la revista Atlántida, redactor del periódico La Nación que se editó en Barranquilla bajo la dirección de Pedro Pastor Consuegra; colaborador de El Tiempo y otros periódicos de la capital de la República. Como político fue miembro del Concejo Municipal de Chinú, Diputado a la Asamblea Departamental de Bolívar (1925-26); Representante a la Cámara por el viejo Departamento de Bolívar (1923-39), siendo elegido presidente de dicha corporación en 1934. Senador de la República (1935-39). En el período 1943-47 resultó elegido Senador suplente, pero declinó esta dignidad”.

Es esta una semblanza ligera de uno de los hijos eméritos de Chinú, un Municipio que otrora fuera villa del Séptimo Cantón, dependiente de Cartagena, Jefatura Política, con Concejo Municipal y Juzgado de Primera Instancia, Provincia en el antiguo Estado Soberano de Bolívar y en tiempos de la Conquista, residencia preferida de la rica y poderosa Cacica Tota.

Finalicemos esta reseña con sendas citas de José Umaña Bernal y Rafael Maya, a propósito de Oro de Guaca, su obra cumbre:

“Oro de Guaca”; oro indígena, escondido bajo la tierra brava, fugitivo en el embrujo nocturno por caminos de luces trashumantes; oro de asalto y de romance pirata; sortijas y collares del cabecilla de ojos en fuga y cabellos de noche larga; cinturón de la india dócil, de piel lenta y dorada; guirnaldas de pájaros locos sobre el alba criolla; piedras de la noche morena... Todo eso en estos arcones de minucioso repujado, en que un poeta de la costa heroica prolonga la aventura ambiciosa de sus antepasados, también buscadores de oro en el litoral turbulento” (José Umaña Bernal).

“Pero ya es tiempo de que el lector penetre en esta “guaca” indígena, donde ha de encontrar collares y brazaletes, flechas untadas de curare, abanicos de plumas, corazas adornadas de lentejuelas, y cierto instrumento musical, fabricado de cuernos de antílope, que todavía resuena en el último lamento de una raza desaparecida” (Rafael Maya)

Reseña leída en el Acto de Condecoración con la Orden del Congreso en el grado de Gran Cruz con Placa de Oro al eximio poeta Luis Felipe Pineda Olascoaga y Orden de la Democracia en el grado de Gran Cruz, otorgada por la Cámara de representantes.

Chinú, viernes 28 de junio de 1996.

 Publicado en El Universal Dominical

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